Santo Domingo.- El diálogo está roto en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) donde se evidencia confrontación y rompimiento definitivos entre los grupos liderados por el presidente Danilo Medina y el expresidente Leonel Fernández, en los cuales las descalificaciones se profundizan.
El presidente
Medina y el expresidente Fernández no han dejado canales abiertos de
entendimiento y públicamente muestran desinterés en reunirse, porque cada uno
quiere lo mismo: la candidatura presidencial del PLD para el 2016, control congresual
y municipal.
Amplios sectores
ven que de la única forma que se resuelve la crisis en el PLD es mediante un
desprendimiento político, lo que no se vislumbra en el ambiente peledeísta,
porque Danilo quiere su reelección y Leonel se aferra a ser candidato.
Aunque sin
confirmar se rumoreó la semana pasada de encuentros en la residencia de un
empresario dominicano y la más reciente de una supuesta reunión entre ambos
líderes tarde en la noche de ayer, pero todo entra en lo especulativo.
Asimismo, hay empresarios
y amigos comunes de Leonel y Danilo que han fracasado en su intento por
juntarlos para que entre ambos busquen una salida a la crisis en el PLD.
Revelaciones de la
última vez que se reunieron en Juan Dolio, previo al encuentro del Comité
Político, dieron detalles de que no fue muy armoniosa y que incluso el
presidente Medina le habría dicho a Leonel que en caso de que no pasara la
reforma constitucional, habría unas primarias internas y el que gane contará
con su apoyo.
Si fue así, se
interpreta que si Leonel y sus legisladores hacen fracasar la reforma en el
Congreso Nacional, los danilistas buscarían un candidato para enfrentar a
Leonel, como señalaron los precandidatos que cesaron en sus aspiraciones y
apoyan la reelección de Medina.
La reforma para
permitir la reelección encuentra rechazo en el cardenal Nicolás de Jesús López
Rodríguez, en los legisladores de los Partidos Revolucionario Dominicano (PRD),
Revolucionario Moderno (PRM), Reformista Social Cristiano (PRSC), aunque otros
sectores de la sociedad civil han expresado su apoyo a Danilo.
Posiciones sectarias
Los danilistas y
leonelistas cada vez están más sectarios y asumen posiciones radicalizadas,
como si ambos líderes entendieran que no caben en un partido, liderado desde
sus inicios por su fundador el profesor Juan Bosch, luego por el expresidente
Fernández y ahora divide liderazgo con el presidente Medina.
Las últimas
posiciones radicales las tomaron ambos grupos ayer: 363 miembros del Comité
Central reclaman a los senadores y diputados respetar la decisión del Comité
Político y voten a favor de una reforma a la Constitución, pero 34 diputados
que siguen los lineamientos del presidente del PLD también en un documento
expresaron su decisión de no sufragar por la reforma.
El Comité Político,
donde las decisiones se tomaban por consenso, el 19 de abril tomó una medida 23
a 12 a favor de una reforma que permita la reelección de Danilo, imponiéndose
el presidente Medina sobre Fernández, lo que ya había hecho el año pasado y a
principio de año con la escogencia de los miembros del ampliado Comité Central
y del Comité Político.
Desde esa fecha,
los grupos han creado una crisis, en la que todos los estamentos partidarios y
del gobierno están involucrados sin ceder.
Dos gallos: En los rostros de Danilo Medina y
Leonel Fernández se observa la tensión del encuentro y que uno no estaba a
gusto con lo que ocurría en reunión Comité Político el 19 de abril.
No hay un partido
en República Dominicana que conserve dos liderazgos fuertes, porque han terminado
en rompimiento y en creación de una nueva fuerza política.
El dominicano
común tiene una expresión para definir esos egos, cuando señalan que “dos
gallos no pueden estar en el mismo rejón”.
Los egos de los
liderazgos en los partidos históricamente han enseñado que han preferido el
desprendimiento, y casi siempre el más fuerte se impone.
En la historia
reciente hay muchos casos que se pueden citar, como lo ocurrido con Joaquín
Balaguer y el Partido Reformista en 1968 cuando Augusto Lora afianzaba su liderazgo
y al final tuvo que abandonar la organización y formar el MIDA.
Más luego,
Fernando Alvarez Bogaert tuvo que abandonar el PRSC en 1994 cuando fue el
candidato vicepresidencial de José Francisco Peña Gómez.
Está el caso del
PRD en el 1973 cuando Juan Bosch renunció y formó el PLD, en un enfrentamiento
con Peña Gómez.
En 1989 los
liderazgos de Peña Gómez y Jacobo Majluta se hicieron incontrolables, lo que
provocó la división y la formación de los partidos PRI y BIS.
Están las
divisiones provocadas por Hipólito Mejía y Hatuey De Camps, en el 2004, de
donde salió el PRSD y más recientemente la del PRD cuando Miguel Vargas expulsó
a Hipólito y se produjo la escisión de la que nació el PRM. También Amable
Aristy Castro enfrentó Federico Antún Batlle y pasó a La Estructura. (Publicado
por Alberto Caminero, periódico El Nacional)
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