Redacción internal.- La crítica situación de Haití y las relaciones, en muchas ocasiones difíciles con el vecino país, están en el centro de la política exterior de República Dominicana, no exenta de críticas internacionales por los miles de repatriaciones de haitianos, pese a la violencia y, ahora, son parte de la campaña política dominicana.
Se estima que más de medio millón de
haitianos, la inmensa mayoría sin documentos, viven en República
Dominicana, adonde huyen a causa de la deprimente situación en su país, el más
pobre de América.
Una relación compleja.- República
Dominicana y Haití, que comparten la isla La Española, han vivido
históricamente una compleja relación de altibajos y con una frontera de casi
400 kilómetros utilizada por traficantes de personas, drogas o para el
contrabando de animales y mercancía.
Al llegar al poder en agosto de 2020, Luis Abinader, que el domingo
se presentará a la reelección, dijo que la relación bilateral con Haití,
segundo socio comercial de República
Dominicana, era "muy importante".
Por ello, había que "seguir
fortaleciendo los instrumentos para una buena vecindad", pero seis meses
después anunció la construcción de una verja perimetral "inteligente"
para "poner fin" a la inmigración ilegal y al narcotráfico y para
proteger al país y defender la soberanía nacional.
Posteriormente adoptó duras medidas para
frenar la inmigración irregular y denunció que República Dominicana "no
puede" atender los servicios de salud de "dos países", al
recordar los cuantiosos recursos que se invierten en atención médica a
haitianos, calculados en más de 70 millones de dólares.
Recientemente, en declaraciones a
corresponsales de prensa extranjera, el expresidente de República Dominicana,
Leonel Fernández, quien también concurre a los comicios dominicanos, reconoció
que las relaciones con Haití "han sido históricamente tensas", a raíz
de la separación de República
Dominicana del país vecino en 1844.
República Dominicana, añadió el
exmandatario dominicano, "despega en términos económicos y sociales y
tiene una democracia política estable", pero Haití no logra eso, pues
"se estanca, retrocede en términos económicos y sociales y políticamente
es una situación de inestabilidad crónica", agudizada por el asesinato en
2021 del presidente Jovenel Moïse.
La "inestabilidad permanente" en
el vecino país y el auge de las bandas criminales hacen que "cada día esta
situación se torne más tensa para República
Dominicana" y fomentan el tráfico ilegal de personas por
parte de mafias haitianas y dominicanas, dijo a los mismos periodistas, el
también candidato presidencial, pero del Partido de la Liberación Dominicana,
Abel Martínez.
El omnipresente tema de Haití.- La situación
haitiana ha estado muy presente en la campaña para los comicios presidenciales
y legislativos del 19 de mayo e, incluso, la oposición acusa al presidente de
República Dominicana, Luis Abinader, de utilizar el tema con fines electorales.
La campaña ha coincidido con el
agravamiento de la crisis en Haití y Abinader ha reclamado, tanto en
el país como en el extranjero, una solución inmediata y, de paso, ha advertido
de que seguirá defendiendo la soberanía nacional, granjeándose el apoyo de
diversos sectores.
Incluso, la cuestión haitiana fue uno de
los temas que dominó el inédito debate que protagonizaron el 24 de abril los
tres principales candidatos presidenciales, quienes coincidieron en que los
indocumentados debe ser deportados, en alusión a los haitianos.
"Seguiremos deportando a todo el que
esté ilegal" porque no hacerlo "sería la anarquía", afirmó
Abinader, mientras Fernández manifestó que ante la inmigración ilegal se debe
"aplicar la ley", es decir, deportar, aunque respetando los derechos
humanos.
Sobre las críticas de organismos
internacionales por el manejo del tema migratorio por parte del Estado
dominicano, Abel Martínez consideró que el actual Gobierno ha sido
"ambivalente y las reglas no han estado claras porque aquí lo que hay que
hacer es respetar nuestra Constitución".
"Nosotros queremos ayudar al pueblo haitiano, debemos ser parte del concurso de voluntades a nivel mundial, y más nosotros que compartimos la isla", pero esa ayuda debe darse allá, señaló a periodistas de prensa internacional.
Conflicto por el canal de riego.- Uno de los
episodios más críticos en la relación dominico-haitiana se vivió en septiembre
pasado a raíz de la construcción, por Haití, de un canal de riego en un río
limítrofe, lo que llevó a Abinader a cerrar la frontera terrestre, marítima y
aérea.
La situación permaneció así varias
semanas, hasta que República Dominicana decidió reabrir el comercio
con Haití, que no desistió en la construcción del canal.
Unos hechos tras los cuales, asegura
Abinader, la frontera "nunca será la misma".
Fuentes: Agencias internacionales
de prensa y archivos periodísticos.



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