Washington.-
Los
candidatos Kamala Harris y Donald Trump continuaron cruzando
acusaciones este sábado en estados muy disputados en busca del voto de los
indecisos para las elecciones presidenciales del martes en Estados Unidos.
La vicepresidenta demócrata y su rival, el expresidente republicano, siguen en empate técnico en las encuestas cuando 73 millones de personas ya han votado por anticipado.
Ambos se centran en los estados clave,
donde los candidatos suelen ganar por la mínima, a diferencia de los otros que
son tradicionalmente republicanos o demócratas.
En Atlanta, Georgia, la exsenadora que
aspira a convertirse en la primera presidenta del país acusó a su rival de
considerar "un enemigo" a todo aquel que discrepe con él.
Pero también de haber "nombrado a
dedo a tres miembros de la Corte Suprema" durante su mandato (2017-2021)
con la intención de que dinamitaran el derecho federal al aborto y de querer
bajar los impuestos a los millonarios.
"De
machos".- En Scranton,
Pensilvania, un estado clave en estos comicios, el presidente Joe
Biden insistió en que "Trump y sus amigos republicanos quieren otro
recorte de impuestos gigantesco para los ricos".
"Sé que algunos de ustedes están
tentados de pensar que es de machos" pero esta "es la clase de tipos
a los que te gustaría azotar en el culo", soltó.
Trump volvió a cargar contra su rival.
Ella "habla de unidad, y luego me
llama Hitler", se quejó en Carolina del Norte.
En realidad la vicepresidenta le ha
llamado "fascista", pero no Hitler.
Sí dio crédito hace días a unas
declaraciones realizadas por el exjefe de gabinete en la Casa Blanca, John
Kelly, según el cual Trump le dijo que Adolf Hitler "también hizo algunas
cosas buenas".
El magnate quiere recuperar las llaves
de la Casa Blanca. Si lo logra, se convertiría en el primer presidente con una
condena penal y cuatro inculpaciones a sus espaldas.
Trump pintó un panorama sombrío de
Estados Unidos que se encamina según él a una "depresión", cuando los
economistas coinciden en que goza de buena salud económica.
"Me
voy a dejar la piel".- "Deberías echar un vistazo a esos a
esos números, es terrible", dijo en Virginia. "Me voy a dejar la piel
por vosotros, y no necesitaba esto" porque podría estar "en la
playa", añadió.
En una entrevista con Fox News,
arremetió contra un anuncio demócrata en el que se ve a esposas de sus
simpatizantes votando en secreto por Harris. "¿Se imaginan a una esposa
que no le dice a su marido a quién va a votar?", se preguntó.
El republicano de 78 años sabe que,
según las encuestas, las mujeres prefieren a Harris y los hombres a él.
Y es difícil que la tendencia haya
cambiado después de que él comentara que protegerá a las mujeres "les
guste o no". "Las protegeré", insistió este sábado, obviando la
segunda parte de la frase.
Muchas
mujeres están enfadadas.- "Mantenerme al margen es lo que siempre he
hecho, pero hoy hay demasiadas cosas en juego", declaró en Washington
Sheridan Steelman, una profesora de 74 años con un cartel rosa que en el que se
lee "Abuela enojada".
Trump ha endurecido al extremo su
retórica.
Si Harris gana "cada localidad de
Estados Unidos se convertirá en un campamento de refugiados sórdido y
peligroso", afirmó el sábado.
"Estados Unidos es ahora un país
ocupado" por los migrantes, dijo, y recalcó que si él gana lanzará
"el programa de deportación más grande en la historia" del país.
La
política internacional está muy presente.- En Charlotte, Carolina del
Norte, Harris fue interrumpida por manifestantes descontentos con el apoyo
de Estados Unidos a Israel en la guerra que libra en Gaza.
"Una de las razones por las que
estamos aquí es porque luchamos por nuestra democracia y el derecho de la gente
a decir lo que piensa, pero ahora estoy hablando yo", respondió la
exfiscal.
"Todos queremos que la guerra en
Oriente Medio termine, queremos que los rehenes vuelvan a casa y cuando sea
presidenta haré cuanto esté en mi poder para que así sea", dijo.
Porque estas elecciones no solo tienen
repercusiones en Estados Unidos, sino en varias regiones y en la economía
global.
En la recta final aumenta el miedo a un
posible estallido de violencia si Trump pierde y se niega a reconocer su
derrota, como hizo en 2020.
Trump sostiene que ha habido fraude
y "trampas" en estados como Pensilvania.
"Que hagan trampas, porque eso es
lo que hacen, lo hacen muy bien, son muy profesionales, pero creo que tenemos
muchas posibilidades de ganar el voto popular", afirmó en Virginia.
Fuentes: Agencias internacionales de prensa y archivos periodísticos.
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