Valencia, España.- Las peores inundaciones en más en más de medio siglo en España, ya han dejado al menos 205 muertos, decenas de desaparecidos y gravísmos daños, informaron este jueves las autoridades que siguen buscando víctimas en poblaciones arrasadas por el agua y el lodo.
"En este momento, y de forma provisional, la cifra de víctimas mortales asciende a por lo menos 205 personas", indicaron en un comunicado la mañana de este viernes los servicios de emergencia de la región de Valencia, la más afectada por las lluvias torrenciales que cayeron entre martes y miércoles de la presente semana.
Otras
dos personas fallecieron en la vecina Castilla-La Mancha y una más en
Andalucía.
A
ese total se suman "decenas y decenas de desaparecidos", indicó
el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, en rueda de
prensa la noche de este jueves.
Esto
hace temer que siga aumentando el saldo, que ya es el más elevado por un
desastre meteorológico en España desde las inundaciones que dejaron 300
fallecidos en octubre de 1973.
La
emergencia meteorológica "continúa", advirtió este jueves en una
visita a la región el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, quien pidió a los
habitantes de Valencia quedarse "en casa" para
"salvaguardar" vidas.
La
agencia estatal de meteorología, la Aemet, decretó en la mañana del jueves
alerta roja por lluvias en Castellón, una zona de la Comunidad Valenciana al
norte de las partes más afectadas, pero en la tarde rebajó su peligrosidad a
naranja.
"Necesitamos ayuda".- Mientras las labores de búsqueda continuaban, en localidades como Paiporta, una de de las afectadas por las riadas que se formaron la noche del martes, los habitantes intentaban limpiar las calles, cubiertas todavía de barro y de coches arrastrados por la corriente.
En
Paiporta, localidad de 25.000 habitantes en la periferia sur de la ciudad de
Valencia donde murieron más de 60 personas, no queda ningún "comercio en
pie (...) Necesitamos ayuda humanitaria con alimentos, con agua, porque no hay
agua en las casas", dijo a la prensa el vecino David Romero, un músico de 27 años.
El
ministro Torres anunció que desde este viernes el ejército, que hasta ahora
participaba en labores de rescate, ha comenzado a colaborar en distribución de
suministros.
Tras
haber decretado tres días de luto, Pedro Sánchez anunció que la región será
declarada como zona catastrófica para agilizar recursos destinados a la
reconstrucción.
El
presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, ya había informado de una
ayuda de emergencia de 250 millones de euros (270 millones de dólares) para los
afectados.
Este
jueves, miles de valencianos continuaban privados de electricidad, según los
servicios de emergencias.
Muchas carreteras seguían cortadas, algunas por la acumulación de vehículos arrastrados por el agua, cubiertos de barro y de escombros. El tren de alta velocidad entre Madrid y Valencia permanecerá paralizado unas tres semanas más, según el Ministerio de Transportes.
Como se observa en la foto, decenas de ciudadanos caminan por las calles inundadas de Valencia, España.
Lluvias más "destructivas".- "No pensaba vivir esto nunca", declaró Eliu
Sánchez, un habitante de Sedaví, municipio de 10,000 habitantes devastado por
las intemperies, que vivió el martes una noche de pesadilla.
"Vimos
a un joven que estaba en el descampado y se lo llevó la corriente", contó
el electricista de 32 años. "Estaba encima del coche, se ve que intentó
saltar a otro, pero se lo llevó".
Según
la Aemet, en la noche del martes y la madrugada del miércoles varias
poblaciones de la región recibieron más de 300 litros de agua por metro2 (unos
300 mm).
El
máximo se registró en el pequeño pueblo de Chiva, con 491 mm, el equivalente
"a un año de precipitaciones", precisó.
La
prensa española, que describe el episodio como las "inundaciones del
siglo", cuestiona la reacción de las autoridades: el mensaje de alerta del
servicio de protección civil se envió el martes a las 20H00, pese a que la
Aemet había declarado desde la mañana la alerta roja.
La
Comunidad Valenciana y la costa mediterránea española en general sufren
regularmente en el otoño boreal el fenómeno de la "gota fría", una
depresión aislada en elevada altitud que provoca lluvias repentinas y
extremadamente violentas.
Los
científicos advierten desde hace años que fenómenos meteorológicos extremos
como olas de calor o este tipo de tormentas son cada vez más frecuentes e
intensos por el cambio climático.
Las
lluvias torrenciales que azotaron España fueron un 12% más intensas y dos veces
más probables que cuando el clima no se había calentado, estimaron los
científicos de la red World Weather Attribution, que evalúa la relación entre
los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático.
Fuentes: Agencias internacionales de prensa
y archivos periodísticos.
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