Danilo Medina, presidente de la
República Y Leonel Fernández, expresidente de la República y presidente del PLD
En el Partido de
la Liberación Dominicana (PLD) sigue el tranque institucional a partir de que
sus dos líderes, el presidente Danilo Medina y el expresidente Leonel
Fernández, han introducido los grupos o tendencias en la organización
oficialista y al que han arrastrado a los congresistas y los miembros de los
comités Político y Central.
Entretanto,
continúa la lucha en el Congreso por una reforma a la Constitución que permita
la reelección del presidente Medina, la que de lograrse no podrá ser anulada
por el Tribunal Constitucional, de acuerdo a lo que establece la Ley 267 de la
propia Carta Magna.
El artículo 267 de
la Carta Magana establece que: “La reforma de la Constitución sólo podrá
hacerse en la forma que indica ella misma y no podrá jamás ser suspendida ni
anulada por ningún poder o autoridad, ni tampoco por aclamaciones populares”.
De acuerdo a este
artículo los constituyentes dejaron claro que si se produce una reforma a la
Constitución para restablecer dos períodos consecutivos y nunca jamás, le prohíbe
de manera absoluta que pudiera ser atacada o anulada por cualquier poder del
Estado, según opinaron juristas.
Sobre
ruinas
La situación de
crisis política en el PLD ha llevado a la preocupación de los miembros del
Comité Político y de los diferentes órganos peledeístas, que temen que el
sectarismo de los grupos lleve al extremo, en el caso de Danilo y Leonel, uno
triunfal sobre las ruinas del otro.
La preocupación de
los peledeístas está centrada en la permanencia del poder más allá del 2016, en
el sentido de que si ocurre la imposición de cualquiera de esos líderes sobre
el cadáver político del otro, entonces podría ser catastrófico para unificar y
recibir el apoyo para las elecciones del año próximo.
Los leonelistas
entienden que dejar pasar la reforma es liquidarse políticamente y Danilo si no
le dan su reelección, rompen con su liderazgo.
Como en
2010
En el 2010 cuando
Leonel Fernández, tras el llamado "pacto de las corbatas azúlez que
firmó co Miguel Vargas Malonado, reformó la Constitución para eliminar el “Nunca Jamás” establecido por
el expresidente Hipólito Mejía en su reforma del 2002, el Comité Político del
PLD conoció esa posibilidad, repitiéndose lo contrario a lo que ocurre hoy.
La reforma del
2010, no solo evitó una “pensión de por vida” a Leonel porque no retornaría al
poder más, sino que lo habilitó junto al expresidente Mejía, que estaba
inactivo desde el 2004 cuando perdió su intento de reelegirse.
Medina, junto a
Carlos Amarante Baret y otros cuatro miembros del Comité Político, se opusieron
en el alto organismo a eliminar el nunca jamás, pero fue derrotado
abrumadoramente y se favoreció la reforma de Leonel.
En esa ocasión,
diputados que siguen a Danilo se opondrían en el Congreso a ese propósito, pero
Danilo desactivó esa posible rebelión señalando que aunque se opuso en el
Comité Político, había que aceptar una decisión del más alto organismo,
contrario a lo que ocurre ahora que legisladores de Leonel se insubordinan a lo
decido por el órgano de dirección.
Un dato para recordar;
como en el PRD
Leonel y Danilo
están enfrentados y sus sectarismos empujan a la derrota del PLD, reeditarían
lo ocurrido en el PRD, en 1986, con Jacobo Majluta Peña Gómez, cuyo
enfrentamiento les hizo perder el poder
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