El
gobierno chino "suspenderá las conversaciones sobre el cambio climático
con Estados Unidos" y cancelará un encuentro con líderes militares. Este viernes,
China también anunció que pone fin a la cooperación con Estados Unidos en
varios ámbitos.
Pekín.- China anunció este viernes que suspendía su cooperación con Estados Unidos en varios ámbitos clave, incluyendo el clima y la defensa, en represalia a la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
China
lleva a cabo desde el jueves enormes maniobras militares en torno a Taiwán -
las mayores hasta la fecha - pese a la condena de Estados Unidos y otros
aliados occidentales.
Y el viernes, el ministerio chino de
Exteriores volvió a arremeter contra Estados Unidos, suspendiendo las
conversaciones y la cooperación en múltiples ámbitos, incluidos los relativos a
la lucha contra el cambio climático.
Los dos países más contaminantes del mundo
se comprometieron el año pasado a trabajar juntos para acelerar la acción
climática, y prometieron reunirse regularmente para "abordar la crisis
climática".
Pelosi, que también fue sancionada por
China por la visita, defendió su viaje a Taiwán y aseguró este viernes que
Estados Unidos "no permitirá" que China aísle a la isla.
Taiwán también condenó la respuesta
de Pekín a la visita, y el primer ministro, Su Tseng-chang, pidió a sus aliados
que presionen para reducir la tensión.
"No esperábamos que el malvado vecino
de al lado mostraría su poderío en nuestras puertas y arbitrariamente pondría
en peligro las rutas marítimas más transitadas del mundo con sus ejercicios
militares", dijo Su a periodistas.
"Nuestra
patria es poderosa".- China calificó los ejercicios bélicos, que proseguirán
hasta el domingo a mediodía, como una respuesta "necesaria" a la
visita de Pelosi.
Taiwán afirmó que 68 aviones de
combate y 13 barcos de guerra chinos cruzaron la llamada "línea
media" del estrecho que separa la isla de China continental este viernes.
La línea media es una coordenada no
oficial pero de aceptación general, a medio camino entre las costas de China
continental y las de Taiwán.
Periodistas de prensa internacional observaron
avión de combate sobrevolando la zona. Los reporteros vieron también un buque
militar chino navegando por el estrecho de Taiwán.
Los simulacros de China incluyeron un
"ataque con misiles convencionales" en la costa al este de Taiwán,
dijo el ejército chino.
Y la cadena estatal CCTV informó de que
los misiles chinos habían sobrevolado Taiwán, lo que supondría una gran
escalada si se confirma oficialmente.
En la isla china de Pingtan, los turistas
locales ensalzaron con orgullo el poderío militar de su país frente a su
vecino, mucho más pequeño.
"Nuestra patria es poderosa. No
tenemos miedo de tener una guerra con Taiwán, con Estados Unidos o con
cualquier país del mundo", dijo Liu, un turista de 40 años de la provincia
de Zhejiang.
Una "escalada
significativa".- El Partido Comunista Chino considera a Taiwán como
parte de su territorio y ha prometido tomarlo algún día, por la fuerza si es
necesario.
Pero la escala y la intensidad de las
maniobras provocaron la indignación de Estados Unidos y otros países.
Estas maniobras constituyen "una
escalada significativa", estimó el Secterario de Estado estadounidense,
Antony Blinken, tras mantener conversaciones con cancilleres del este de Asia
en Camboya.
Para Blinken, la visita de Pelosi no
"justificaba" los ejercicios lanzados por Pekín.
Japón presentó una queja diplomática
formal contra China, ya que cinco misiles cayeron presuntamente en su zona
económica exclusiva (ZEE).
Y Australia, que mantiene una relación
complicada con China, su mayor socio comercial, tachó de
"desproporcionadas y desestabilizadoras" las maniobras militares.
Estos ejercicios tienen lugar en algunas
de las rutas marítimas más utilizadas del planeta, por las cuales transita
material electrónico esencial procedente de las fábricas del sudeste asiático
con destino a los mercados mundiales.
La Oficina Marítima y Portuaria de Taiwán lanzó
avisos para los navíos que circulan por esta zona y varias compañías aéreas
internacionales señalaron que desviarían sus vuelos para evitar el espacio
aéreo de la isla.
"El cierre de estas vías de
transporte, aunque sea temporal, tiene consecuencias no solo para Taiwán,
sino para los flujos comerciales vinculados con Japón y Corea del Sur",
estimó Nick Marro, analista principal de comercio mundial del Economist
Intelligence Unit.
La hipótesis de una invasión de Taiwán,
con 23 millones de habitantes, es poco probable. Pero, desde la elección en
2016 de la actual presidenta, Tsai Ing-wen han aumentado las amenazas de
llevarla a cabo.
Tsai, que a diferencia del gobierno
anterior pertenece a un partido independentista, se niega a reconocer que la
isla y la parte continental forman parte de "una misma China".


0 Comentarios
Deje su comentario
Emoji