Ciudad de Panamá (Panamá).- José Raúl Mulino, el delfín del exmandatario Ricardo Martinelli, inhabilitado por supuesta corrupción, fue elegido este domingo nuevo presidente de Panamá, imponiéndose con una amplia diferencia a sus adversarios directos, que vieron cómo se dividían los votos entre ellos mientras se imponía el candidato que prometió devolver el dinero a los bolsillos de los panameños.
"Me complace, en nombre del Tribunal
Electoral, comunicarle que de acuerdo a nuestro sistema de transmisión
extraoficial de resultados es usted en estos momentos de forma extraoficial el
ganador a la presidencia de la República en las elecciones generales de
2024", informó a Mulino en una videollamada el presidente del Tribunal
Electoral, Alfredo Juncá.
Mulino respondió que recibía "con
placer los resultados expresados", una decisión del pueblo panameño que
asume "con gran responsabilidad y humildad", después de una campaña
"dificilísima" llena de obstáculos, en la que se trató de
"boicotear" que un partido "legalmente constituido pudiera tener
un candidato a la presidencia".
Con más del 90 % de los votos escrutados,
Mulino logró un 34,4 % de las papeletas, frente al 25 % del antisistema Ricardo
Lombana, del Movimiento Otro Camino (Moca), el 16 % del expresidente Martín
Torrijos (2004-2009), del Partido Popular (PP), y el 11,2 % alcanzado por
Rómulo Roux, de Cambio Democrático (CD).
Todos ellos reconocieron la derrota, el
último de ellos Lombana, quien se postulaba como el gran candidato contra la
corrupción, atribuida a la figura del expresidente Ricardo Martinelli, y por
extensión a su valido, José Raúl Mulino.
"Somos la principal fuerza de
oposición de la República de Panamá", sentenció Lombana en su discurso la
noche de este domingo.
Las escasas encuestas ya lo habían
vaticinado al situar a Mulino encabezando la lista de los ocho aspirantes
presidenciales, seguido en la mayoría de los casos por el expresidente Martín Torrijos,
Lombana y Roux alternándose en el puesto, con un "empate técnico"
entre ellos.
Sin embargo, en los días previos a esta
jornada electoral, que transcurrió sin apenas incidentes y con una elevada
participación de casi el 77 %, muchos recordaban lo sucedido en 2014, cuando
José Domingo "Mimito" Arias, candidato del expresidente Martinelli
(2009-2014), pasó de liderar las encuestas a quedar súbitamente en un segundo
puesto, por detrás de Juan Carlos Varela, que aparecía en los sondeos en una
tercera posición.
Esta vez triunfó la apuesta de Martinelli,
un exmandatario que se mantuvo eufórico durante la jornada electoral, a medida
que se iban conociendo los resultados, utilizando las redes sociales como canal
de comunicación, toda vez que se encuentra asilado en la Embajada de Nicaragua
desde el pasado mes de marzo, cuando su candidatura fue inhabilitada tras ser
condenado a más de diez años de prisión por blanqueo de capitales.
"Ya es seguro que José Raúl Mulino de
Realizando Metas RM y el Partido Alianza serán los claros ganadores de la
Presidencia de la República de Panamá", declaró Martinelli en la red
social X, saltándose una vez más la petición del Gobierno panameño de no hacer
proselitismo ni comentarios políticos desde la embajada por su condición de
asilado.
Martinelli, la larga sombra de Mulino
Martinelli volvió a estar presente en esta
jornada electoral como lo ha hecho durante la campaña política de los últimos
meses: tras votar, su delfín Mulino fue a visitarlo a la Embajada de Nicaragua
en Panamá, donde ambos se fundieron en un fraternal abrazo dentro de la sede
diplomática.
Pero Mulino tampoco las tuvo todas
consigo. No fue sino hasta el pasado viernes, dos días antes de las elecciones,
que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Panamá decidió declarar que no era
inconstitucional la decisión del pasado 4 de marzo del Tribunal Electoral de
designarle in extremis como candidato para sustituir a Martinelli.
La Corte Suprema había admitido el pasado
marzo una demanda de inconstitucionalidad contra el Acuerdo del Tribunal
Electoral (TE), que ese mismo mes designó al candidato a vicepresidente Mulino
como sustituto de Martinelli, a pesar de una demanda en contra de la medida que
argumentaba que Mulino aspiraba a la presidencia sin candidato a
vicepresidente, lo que viola artículos constitucionales, y que no fue elegido
en primarias por el partido que lo abanderaba, Realizando Metas.
Mulino, un político de largo recorrido que
fue ministro de Seguridad y de Gobierno durante la administración de
Martinelli, asegura que retomará los “buenos tiempos” de la administración de
su valedor político, cuando se consolidó como el país con el mayor crecimiento
económico de la región, además de construir el primer Metro de Centroamérica.
En julio de 2009, Martinelli lo nombró
ministro de Gobierno (Interior) y Justicia, y en abril de 2010 pasó a ser
ministro de Seguridad Pública, teniendo una accidentada gestión por la
represión en julio de ese mismo año de protestas de trabajadores bananeros en la
región de Bocas del Toro (Caribe), con un saldo de dos muertos, decenas de
heridos y más de un centenar de detenidos.
Al inicio de la Administración de Juan
Carlos Varela (2014-2019) fue acusado de corrupción en relación a la empresa
italiana Finmeccanica por recibir supuestamente comisiones por la compra de 19
radares, caso por el que fue encarcelado de manera preventiva durante siete
meses hasta abril de 2016. Esta causa fue anulada en agosto de 2017.
José Raúl Mulino ha dicho públicamente que
de llegar al poder “ayudaría” a Martinelli “como corresponde de acuerdo a la
ley”, después de que el actual Gobierno le negara un salvoconducto para viajar
a Nicaragua.
Fuentes: Agencias internacionales
de prensa.
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