Santo Domingo Este.- Conductores y peatones de la antigua avenida Barceló, debajo del puente Juan Bosch, en el municipio Santo Domingo Este, provincia Santo Domingo, exponen su vida al transitar por la vía, debido a la formación de un precipicio causado por la descarga de agua procedente de la parte alta de la zona.
La escorrentía ha erosionado un tramo de los
laterales de la vía, creando un derricadero de más 30 pies sin ninguna
protección. La parte de menos peligro cuenta
con barandas de protección y el tramo más peligroso solo advierte a los conductores con la colocación
de neumáticos.
Esta avenida, que es utilizada para evadir los largos tapones, es más transitada en horas
de la mañana y los conductores se
ven obligados a detenerse para evitar acercarse al precipicio. La situación se origina
porque en la parte este existe una laguna que cuando se llena de lluvias se
desborda por encima de la calle y erosiona la ribera de la avenida.
El caso ha sido denunciado durante varios años,
pero ninguna autoridad municipal
ni nacional ha corregido el peligroso tramo que carece de un sistema de
alcantarillado que permita canalizar las aguas pluviales hacia el río Ozama,
distante a escasos metros del lugar.
"Ellos se creen que poniendo gomitas ahí van a evitar un accidente ahí", dijo el conductor de un carro que pasó por el lugar al momento de nuestro equipo periodístico hacer fotografías del lugar.
La avenida P. Margen (antigua Barceló) no es solo un peligro por el tramo
deteriorado, sino también por la falta de iluminación que, desde que cae la tarde, se
convierte en caldo de cultivo para la delincuencia, ya que es un lugar deshabitado y
oscuro.
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