Naciones Unidas, Nueva York.- El canciller dominicano, Roberto Álvarez, calificó de “insensatos” los llamados para detener las repatriaciones de haitianos desde República Dominicana.
"Mi Gobierno no puede aceptar este
llamado insensato a parar las repatriaciones, que equivaldría a una frontera
abierta y que fomentaría aún más la migración irregular a mi país. Eso nunca lo
vamos a permitir", expresó ante el Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas.
Estas declaraciones de Álvarez fueron en
respuesta a las denuncias hechas por el embajador haitiano ante la ONU, Antonio
Rodrigue, quien afirmó que las repatriaciones masivas del Gobierno dominicano
“no son solo violaciones de derechos fundamentales, sino además contrarias a
las leyes internacionales".
El canciller dominicano continuó su
turno destacando la “carga” que significa para República Dominicana ser el
único país con frontera terrestre con Haití.
Álvarez ejemplificó con cifras la presión:
según él, 147,000 niños haitianos ocupan un pupitre en las escuelas del país, y
el 16 % de beneficiarios del sistema público de salud son haitianos.
Igualmente abundó en la idea de que la
República Dominicana no ha causado los problemas de Haití.
"La crisis rampante en Haití es
responsabilidad de Haití, agravada por la falta de apoyo de la comunidad
internacional. Los dominicanos nunca fuimos la causa de sus problemas
humanitarios, económicos o de seguridad, pese a que seguimos teniendo que
lidiar con esta crisis durante décadas, casi en solitario", afirmó.
"Hay límites", concluyó el canciller
dominicano, Roberto Álvarez.
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