Chicago.- La reconciliación comenzó el mes pasado, cuando Sosa emitió un comunicado vagamente redactado, en el que ofreció disculpas por errores no especificados. Sosa ha estado durante años bajo la sombra de la duda sobre el consumo de drogas para mejorar el rendimiento, pero dijo que ésa no era la razón de su declaración.
“No. Me refiero, por ejemplo, mira, 21
años fuera”, dijo Sosa, quien jugó su última temporada con los Cachorros
en 2004.
Y, agregó: “Tuve fanáticos que me
querían mucho. Tenía que disculparme con ellos porque normalmente me vieron
jugar muchos años”.
Aunque Sosa, de 56 años, se negó a
ofrecer detalles específicos sobre su disculpa, no pareció importar en absoluto
a los fanáticos de los Cachorros, quienes habían clamado por un
reencuentro durante años, ni a la organización, que preparó una cálida
bienvenida después de ignorar durante décadas al pelotero, siete veces elegido
al Juego de Estrellas.
El público se puso de pie para ovacionar
a Sosa, cuando fue presentado como parte de la generación del Salón de la
Fama del equipo. Los aplausos arreciaron cuando apareció en el escenario
sosteniendo la bandera, recordando cómo corrió hacia el jardín derecho en el
primer juego de los Cachorros en casa después de los atentados del 11
de septiembre de 2001.
Hubo otra gran ovación cuando Sosa subió
al escenario nuevamente, cerca del final de la ceremonia de apertura de la
convención, esta vez vistiendo su antiguo jersey con el número 21.
“Creo que hoy fue un día perfecto”, dijo
Sosa.
Sosa cobró prominencia con
los Cachorros después de ser adquirido mediante un canje en marzo de
1992 con los Medias Blancas de la misma ciudad, por George Bell.
El quisqueyano impuso un récord de la
franquicia, al batear 545 jonrones. Remolcó 1.414 carreras en 13 años en el
lado norte de la ciudad.
Rivalidad
entre Sammy Sosa y Mark McGwire.- Sammy Sosa se convirtió en una
figura nacional cuando protagonizó un memorable duelo de jonrones con Mark
McGwire durante la temporada de 1998. Sosa conectó 66 y ganó el premio
al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, mientras que McGwire
terminó con 70 vuelacercas, rompiendo el récord de una sola Pero la conexión de
Sosa con los Cachorros se vio dañada por las acusaciones de dopaje,
junto con críticas a su comportamiento. Fue traspasado a Baltimore después de
llegar tarde al juego final de 2004 en el Wrigley Field y marcharse temprano.
Durante el testimonio ante el Congreso
en 2005, Sosa negó haber usado drogas para mejorar el rendimiento.
“Tuve la oportunidad de jugar con Sammy
mi primer año aquí, y siempre fue bueno conmigo”, dijo Lee. “¿Saben?, me enseñó
mucho sobre bateo. Es uno de los trabajadores más duros que jamás verás. Venía
a jugar todos los días.
“Admitió sus errores, se disculpó por
ellos y siguió adelante. Todos hemos cometido errores y todos queremos perdón.
Así que es hora de seguir adelante. Ha pasado mucho tiempo”.
Sosa terminó su carrera en las Grandes
Ligas con un promedio de bateo de .273 y 609 jonrones. Es actualmente
noveno en la lista histórica de vuelacercas.
También acumuló 1.667 carreras
impulsadas y 234 bases robadas en 18 campañas desde 1989 hasta 2007.
Sosa quedó muy lejos de la elección
al Salón de la Fama en 2022 en su décima y última aparición en la
boleta de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica. Su
próxima oportunidad de consideración llegaría si se coloca en la boleta para el
comité de jugadores contemporáneos, que se reúne en diciembre.
“Creo que Sammy fue parte de algunos
veranos mágicos aquí, algunos veranos importantes aquí”, dijo el manager de los
Cachorros, Craig Counsell, quien jugó contra el dominicano en las mayores.
“Entretuvo a la gente como muy pocos lo han hecho, con un uniforme de los
Cachorros. Así que es bueno que esté de vuelta. Es genial que esté aquí”
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