Rincón del Cerro, Montevideo,
Uruguay.-
El ex presidente uruguayo José Mujica contó que el cáncer que lo
afecta se extendió hasta el hígado y se sintió aliviado, según afirmó su
médica personal al confirmar el diagnóstico.
El líder histórico de Uruguay, una referencia de la izquierda internacional, detalló su estado de salud en una entrevista con el semanario Búsqueda y dejó un pedido: que lo dejen tranquilo.
Mujica quiere pasar los últimos días de
su vida en su chacra de Rincón del Cerro, ese lugar en las afueras de
Montevideo que ha sido visitado por presidentes y estrellas mundiales.
Mujica sabe que se está
muriendo –lo dijo explícitamente– y pretende estar en su predio, el
que recorre en tractor dos veces por día, una tarea que continuará
haciendo mientras tenga fuerza.
Su aparición de este jueves fue una
despedida de los uruguayos y dio a entender que no tendrá más apariciones
públicas.“Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más
entrevistas ni nada. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo.
Y el guerrero tiene derecho a su descanso”, expresó, en una última entrevista
que brindó entre lágrimas.
Fue en abril que Mujica fue diagnosticado
de un tumor de esófago y él mismo se encargó de comunicar la noticia en una
conferencia de prensa. Después se sometió a 32 sesiones de radioterapia y fue
internado varias veces para distintas intervenciones o controles. En una de las
últimas placas que le realizaron se detectó que su cáncer de esófago había
hecho metástasis a nivel del hígado.
Después de conocer la recaída de la
enfermedad, las actividades cotidianas de Mujica no han cambiado. Su
médica personal, Raquel Pannone, aseguró en una conferencia de prensa que el ex
presidente continuará así por un tiempo, pero no pudo proyectar cuán largo será
ese período.
“Eso no se los puedo decir por varios
motivos. Primero, porque tiene 90 años. Segundo, porque tiene otras
enfermedades importantes –como es una vasculitis que lleva mucho tiempo con él
y una enfermedad renal severa–. Y tercero, porque la evolución de los procesos
no siempre es lineal”, detalló Pannone.
La médica insistió en que se lo deje
“tranquilo” a Mujica en esta etapa de la enfermedad porque es preferible que no
sienta la “presión constante de tener que responder a requerimientos de
entrevistas o de otro tipo”.“Eso es lo más importante que les quiero transmitir
hoy: que respetemos a la persona.
Que salgamos un poco de Pepe Mujica
político, centro de la política y dirigente de todos nosotros, y que nos
centremos en un señor de 90 años que está enfermo”, señaló.
Mujica atraviesa la etapa final de la enfermedad
en su chacra de Rincón del Cerro sin demasiados síntomas, más allá de los
dolores habituales en él. Se alimenta por la boca y por una sonda que le
colocaron en una de las intervenciones, a través de la que complementa su
alimentación.
El ex presidente no realizará ningún
tratamiento en esta ocasión. Su médica personal explicó que las alternativas
son “escasas”, pero la voluntad de Mujica es no realizar ningún tratamiento
porque no quiere “sufrir al pedo”.
“Que me pichicateen y cuando me toque
morir, me muero. Así de simple como te lo digo. Estoy condenado, hermano. Hasta
acá llegué”, dijo en la referida entrevista publicada y que este fin de semana ha
recorrido el mundo a través de las agencias internacionales de prensa y las
redes sociales.
Fuentes:
Agencias internacionales de prensa y archivos periodísticos.
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