Santo Domingo.- A diferencia de otros fenómenos
naturales, los terremotos o sismos no
pueden anticiparse o predecirse con exactitud.
Sin embargo, una vez que ocurren, los sistemas de alerta temprana podrían advertir a la población con un margen de entre 10 segundos a cinco minutos, dependiendo de la ubicación donde haya tenido el epicentro, antes de una catástrofe.
Así lo asegura el director del Centro
Nacional de Sismología (CNS) de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Ramón Delanoy,
quien destacó que “un terremoto ocurre de forma repentina, lo que impide
predecir con anticipación su magnitud o ubicación exacta”.
Además, recordó que República Dominicana se
encuentra en una zona de alta actividad sísmica, debido a su posición en el límite
entre la placa
Norteamericana y la placa del Caribe.
Delanoy explicó que cuando se registra
un temblor se generan dos ondas, una que se llama primaria u
“onda P”, (esta llega primero) y luego una “onda S” secundaria.
"La onda P produce pocos
efectos, lo que nos permite hacer una labor preventiva y luego llega la onda S,
que es la más destructiva. Entonces, cuando esta llega no hay mucho tiempo, los
efectos pueden ser desastrosos”, cuenta el director del CNS, Ramón
Delanoy.
Sistema de alerta.- El investigador
indicó que trabajan en la implementación de un sistema de alerta de
la mano con la Comisión Nacional de Emergencia, que consiste en la instalación
de sirenas de
gran alcance, en distintos puntos de todas las provincias del país para avisar
a la población sobre
un posible terremoto, sismo o
tsunami.
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