Autor de novelas icónicas como La ciudad y los perros, Conversación en La Catedral y La fiesta del Chivo, Vargas Llosa fue también un férreo crítico de los gobiernos y políticas que consideraba autoritarias. Sin embargo, su postura hacia la República Dominicana generó fuertes tensiones con amplios sectores de la sociedad dominicana, luego de sus ataques contra el país en torno al tema migratorio y la sentencia del Tribunal Constitucional dominicano en 2013.
En su artículo titulado Los
parias del Caribe, publicado en el diario español El País, el escritor comparó
las decisiones de las autoridades dominicanas con prácticas propias del
nazismo, calificando como "racista" y "discriminatoria" la
sentencia 168-13 que establece que los hijos de extranjeros en tránsito no
tienen derecho a la nacionalidad dominicana. Estas declaraciones fueron
recibidas como una grave ofensa por muchos ciudadanos y líderes del país,
quienes consideraron sus palabras desproporcionadas, ignorantes del contexto
legal dominicano y una distorsión de la soberanía nacional.
Pese a ello, el presidente dominicano
Luis Abinader le ofreció la nacionalidad dominicana en 2021, la cual Vargas
Llosa aceptó, manifestando su deseo de pasar largas temporadas en el país. El
gesto fue visto con recelo por amplios sectores de la sociedad, que nunca
olvidaron la dureza con la que el escritor criticó al pueblo y al gobierno
dominicano.
La muerte de Vargas Llosa marca
el fin de una era para la literatura en español, pero también reabre el debate
sobre la responsabilidad de los intelectuales al abordar temas delicados de otras
naciones. Su legado literario es indiscutible, pero su relación con la
República Dominicana deja una sombra difícil de ignorar.
Fuente: Medios de
noticias internacionales
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