La suspensión temporal de cinco estaciones de la Línea 1 por trabajos de ampliación obliga a miles de usuarios a retornar al sistema de transporte previo al Metro: tapones, carritos públicos y largas esperas bajo el sol.
Villa Mella, Santo Domingo Norte.- La cotidianidad en Villa Mella parece haber retrocedido quince años. Desde el miércoles 16 de julio hasta el domingo 20, los usuarios de la Línea 1 del Metro de Santo Domingo enfrentan una pausa forzosa en el servicio, debido a trabajos para incorporar trenes de seis vagones. En las calles, el transporte público improvisado vuelve a ser la norma: carritos públicos repletos, guaguas desbordadas, motoristas rodeando esquinas y filas interminables bajo el sol.
Durante cinco días, las estaciones entre José Francisco Peña Gómez y Mamá Tingó estarán fuera de servicio, lo que ha obligado a miles de residentes a revivir el caos de movilizarse por Santo Domingo Norte sin el Metro. Para quienes vivieron la época anterior a su inauguración, el panorama actual resulta familiar.
“Uno salía a las 8:00 de la mañana y todavía a las 9:00 no había llegado al trabajo”, recuerda Crucito del Rosario, de 64 años, mientras despacha café cerca de la estación Hermanas Mirabal. “Antes lo que había eran carros públicos, guaguas de concho y las banderitas. El Metro es lo más importante que se ha hecho en este país”, agrega con convicción.
La Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) informó que la interrupción busca facilitar la integración de trenes de seis vagones, lo que duplicará la capacidad de transporte y beneficiará a más de 1,000 usuarios por viaje a partir de agosto. Aunque la Omsa ha habilitado unidades gratuitas para suplir la demanda, muchos opinan que el servicio no logra igualar la eficiencia del Metro.
“Pasó lo mismo que antes: un caos”, lamenta Mario Núñez, residente en la zona por más de cuatro décadas. Para Nancy de la Rosa, la diferencia es abismal: “Antes tardaba tres horas en llegar a la UASD. Ahora llego en 25 minutos en el Metro”.
Aunque la paralización ha sido una oportunidad económica para algunos motoconchistas, también implica mayor estrés y tráfico. Junior Ortiz, motorista, lo resume así: “Había demasiados tapones antes. Ahora, con los seis vagones, todo va a mejorar”.
La Opret informó que entre sábado 19 y domingo 20, el cierre afectará el tramo entre Hermanas Mirabal y Mamá Tingó, completando así el plan de intervención.
Los motoconchistas de Santo Domingo Norte, están guisando con esta situación.
Por ahora, el día a día en Villa Mella transcurre entre calor, esperas y recuerdos de un pasado que parecía superado. Pero todo apunta a que, una vez finalizados los trabajos, la zona retomará la modernidad del transporte subterráneo, con más capacidad y eficiencia para todos.
0 Comentarios
Deje su comentario
Emoji