La DGM garantiza evaluaciones médicas, apoyo emocional y acompañamiento institucional para salvaguardar los derechos y el bienestar de la niñez en tránsito.
Haina, provincia San Cristóbal.- Con un compromiso firme hacia la protección de la niñez migrante y el respeto a los derechos humanos, la Dirección General de Migración (DGM) ha fortalecido las acciones de atención médica integral en el dispensario del Centro de Procesamiento Migratorio de Haina.
Bajo la coordinación de la teniente coronel doctora Geneeve Chahede (ERD), encargada de la Unidad Médica, la institución asegura una atención oportuna, digna y respetuosa a cada niño, niña y adolescente que ingresa al centro en condición transitoria.
La doctora Chahede explicó que, al llegar al recinto, todos los menores son evaluados de forma obligatoria para verificar su estado físico y emocional, así como la situación de acompañamiento familiar. En los casos en que no se confirme la tutoría legal de la persona adulta presente, la atención se realiza bajo la supervisión directa del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), garantizando la protección de derechos y la preservación de la unidad familiar.
Asimismo, indicó que en situaciones de emergencia los menores son trasladados en ambulancias pediátricas equipadas con los insumos necesarios para una atención segura. La DGM trabaja en coordinación con hospitales especializados para asegurar la continuidad de los tratamientos médicos, incluso después de la salida del centro.
Chahede resaltó que se aplica un protocolo estricto para verificar que ningún niño presente signos de maltrato o condiciones que pongan en riesgo su bienestar al momento de ser repatriado. Estas acciones responden al compromiso institucional de la DGM con la protección integral de la niñez, en consonancia con los estándares nacionales e internacionales de derechos humanos.
Para reducir el impacto emocional asociado al proceso migratorio, el centro ha implementado actividades recreativas y psicoemocionales, como pintura, dinámicas y juegos, con el objetivo de ofrecer un entorno más humano y menos traumático durante la estancia de los menores.
“Queremos que los menores comprendan que no son rechazados, sino acompañados y cuidados durante todo el proceso, respetando su dignidad y asegurando que regresen a sus países en mejores condiciones de salud que al llegar”, expresó la doctora Chahede.
Estas medidas forman parte de la política humanitaria de atención que impulsa la Dirección General de Migración, en colaboración con Conani, el sector salud y otros organismos nacionales e internacionales, reafirmando su compromiso con la salud, protección y unidad familiar como pilares fundamentales de una gestión migratoria con enfoque humano.
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