Águilas y Toros, únicos clasificados, mientras hay lucha sin cuartel por el tercer y cuarto puesto del Round Robin.
Por Vianelo Perdomo
Redacción de Deportes.- Cuando en cualquier deporte un partido o un torneo estaban indefinidos el eterno cronista Max Álvarez (EDP), solía decir "esto está de brinco y espanto", frase que posteriormente y hasta nuestros días ha acuñado el destacadísimo periodista deportivo Bienvenido Rojas (El Tomate Rojas). De "brinco y espanto" está en estos momentos la pelota dominicana.
La temporada 2025-2026 de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom) vive uno de sus cierres más dramáticos de los últimos años. A solo horas de concluir la Serie Regular, el panorama sigue cargado de incertidumbre y emoción, con cuatro equipos peleando palmo a palmo por los dos últimos boletos al Round Robin.
Tras los resultados de los tres partidos disputados la tarde-noche de este domingo 21 de diciembre, el escenario quedó al rojo vivo. Águilas Cibaeñas y Toros del Este son, hasta el momento, los únicos conjuntos que han logrado asegurar su clasificación a la siguiente fase, mostrando la consistencia necesaria a lo largo del calendario. Sin embargo, más allá de esos dos puestos definidos, el resto de la tabla permanece abierta y sin margen para errores.
Gigantes del Cibao y Tigres del Licey, dos franquicias históricas y acostumbradas a la presión de los finales cerrados, se jugarán literalmente la vida en sus últimos dos compromisos, ambos frente a frente. Es una serie particular que bien podría definirse como un mini “play-in”, donde cada entrada, cada lanzamiento y cada carrera tendrán peso de postemporada anticipada.
Mientras tanto, los otros cuatro equipos —Águilas, Toros, Estrellas Orientales y Leones del Escogido— completan esta noche del lunes 22 de diciembre su calendario de Serie Regular. Aunque Águilas y Toros ya tienen el boleto en mano, los resultados de estos encuentros seguirán influyendo directamente en el destino de Estrellas y Escogido, que se mantienen en una lucha sin cuartel, atentos no solo a lo que ocurra en el terreno propio, sino también a lo que pase en los partidos ajenos.
La Lidom, fiel a su tradición de paridad y competitividad, vuelve a regalar un cierre no apto para cardíacos. El torneo está, como se dice en el argot beisbolero, de “brinco y espanto”: cada resultado sacude la tabla, cada juego reescribe el panorama y cada afición contiene la respiración.
En pocas horas, cuando caiga el último out de la Serie Regular, quedará definido el cuadro completo del Round Robin. Hasta entonces, la pelota dominicana sigue siendo sinónimo de drama, pasión y béisbol del bueno.







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