Santo Domingo.- El interés marcado era el deporte. Pero al "zambullirnos" en la conversación, el diálogo dio un giro con Aura Reyes, una clavadista de 18 años de edad y que forma parte de la preselección de esa modalidad para los Juegos Centroamericanos y del Caribe Santo Domingo 2026.
Es que en ella se confunden las
aspiraciones en el deporte, con sus metas profesionales, en esta chica que liga
ciencia y fe. Ella es cristiana (Pentecostal).
La Federación Dominicana de Natación
comenzó en agosto pasado con los trabajos de su preselección con el fin de
elevar al máximo nivel esta disciplina.
Reyes es parte del grupo de atletas bajo
la dirección de los técnicos Francisco
Balbuena y Luis Boudet, una preparación con 10 meses de
trabajo en el Centro Acuático del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.
En el caso de Reyes, ella viene de la
gimnasia y se inserta en clavados a los 15 años, por lo que, conocedora de ese
ingreso, algo tardío, sabe que tiene que poner mucho más en la parte técnica,
aun cuando ambos deportes guardan un gran parecido. Pero mientras en el
anterior ella terminaba de pie, aquí se termina de cabeza.
"Es un trabajo que lleva mucha
técnica, mucho tiempo, con más dificultad", expresa la joven.
Reyes ya tuvo experiencia a nivel de
Juegos Centroamericanos y del Caribe. Asistió a los pasados de San Salvador
2023 y su mente está en superar esa primera presentación en estos juegos
regional.
"Lograr una mejor representación que
mis pasados centro Juegos Centroamericanos", se propone Reyes.
Es un buen propósito.- Ella finalizó en el puesto 10, entre 11 competidores, con una valoración de 119.85 en trampolín 1 metro, en la prueba disputada en el Complejo Deportivo El Polvorín, de San Salvador.
"Que se note la mejora y
dedicación", es el propósito de la propia Aura.
Venir de gimnasia, que comenzó a los 7
años, mudarse a clavados, que pese, al parecido, la "técnica" es muy
diferente la obligan a ella a dar más que sus compañeras de la
preselección.
"Clavado es un deporte complicado, ya
que requiere mucho valor, mucha técnica, mucha preparación física, tanto afuera
como en el agua", reconoce.
Más adelante de Santo Domingo 2026, vendrán los Panamericanos y luego Los Ángeles 2028, puntos que a larga distancia se pone como metas. "Valor hay", dice. Y se da "un 100, y si hay más de ahí, también".
La calificación técnica.- Francisco Balbuena, su entrenador de la parte física, señala que si fuera a calificar a Reyes le daría "un 75 por ciento" en cuando a la adaptación a clavados. "De aquí a la fecha debemos estar al 100 por ciento".
Se entrena en dos sesiones, en la mañana a
partir de las 9:30 a 11:30 y en la tarde, a partir de las 4:00 p.m. una sesión
de dos horas más.
La meta es formar un equipo de seis
clavadistas, lo que daría por primera vez tres clavadistas en femenino y otros
tres en masculino.
Mandarín e ingeniería.- Aura, con 18 años,
ha dado pasos de gigantes. Se graduó de bachiller, que es lo mínimo, pero ya
domina el inglés y también el chino mandarín, sí, el mandarín. Pero para nada
se frena ahí.
Tiene por meta estudiar "ingeniería
aeroespacial", dice, mientras caminábamos alrededor de la piscina, freno
con cara de asombro y comenta que es la misma reacción de otras personas cuando
comenta su aspiración. "Espero por una beca", dice para estudiarla en
Estados Unidos.
"Desde pequeña, siempre me ha gustado
el espacio", señala. Combinar deporte y estudio, tiene sus dificultades,
"pero se puede". Y cuando consideraba que todo estaba dicho, entonces
dice: "Y eso, que quería estudiar física cuántica".
Tampoco la lleva tan fácil. Aura viaja a
diario desde San Cristóbal, de donde es oriunda, a Santo Domingo, solo para
entrenarse en el complejo acuático del Centro Olímpico.
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