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Un gran ser humano e intelectual de fuste nos deja en la orfandad

 

Fallece el notable escritor, periodista y ensayista Federico Henríquez Grateraux. El Premio Nacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña, quien se observa en foto de archivo, también es Premio Nacional de Literatura y Caonabo de Oro. Se encontraba desde hace varias semanas aquejado por una enfermedad.

Por Vianelo Perdomo

Santo Domingo.- Apesadumbrada y compungida está la sociedad dominicana. Este miércoles nos sorprendió una noticia muy lamentable: Un gran ser  humano e intelectual de fuste nos deja en la orfandad. Se trata del notable escritor, periodista y ensayista Federico Henríquez Grateraux, quien falleció luego de varias semanas batallando por su vida tras padecer serios problemas de salud.

El autor de esta crónica guarda respeto y admiración a don Federico Henríquez Grateraux, con quien compartimos en la redacción del desaparecido periódico El Siglo, entonces dirigido por ese gran hombre de bien.

¿Quién fue Federico Henríquez Grateraux?.- Federico Henríquez Grateraux nació en la provincia La Vega, hijo de Herminio Henríquez Pérez y Josefina Gratereaux. Se desempeñó en múltiples cargos, entre ellos el de administrador general del periódico Listín Diario de 1963 a 1966.

Además, fue secretario ejecutivo de la Liga de Asociaciones y Préstamo (1976-1978) y director de relaciones públicas de la Presidencia y de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Desde 1977 hasta el cierre del diario en 2002, fue director general del periódico El Siglo. 

Reconocimientos.- Federico Henríquez Grateraux fue reconocido en numerosas ocasiones por su notable trabajo. Entre sus galardones más importantes se encuentran el Premio Nacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña (1979), el Premio Caonabo de Oro (2001).

También obtuvo la Medalla al Mérito Cultural Ateneo Amante de la Luz (2010). En 2017, recibió un galardón con el vigésimo sexto Premio Nacional de Literatura, otorgado por la Fundación Corripio y el Ministerio de Cultura.

Ocupaba el sillón K en su condición de miembro de número la Academia Dominicana de la Lengua y correspondiente de la Real Academia Española.

"Hay dos facetas que en él admiro sobre las demás, por lo que tienen de faro para los que nos dedicamos a las letras y vivimos en estos tiempos, su dominio verbal y su presencia humana, que destila siempre amor y orgullo por su familia", escribió sobre él su compañera académica María José Rincón.

Sus obras.- Entre sus libros publicados destacan La Feria de las Ideas en 1984, Un ciclón en una botella en 1996, Empollar huevos históricos en 2001, Disparatario en 2002, Pecho y espalda en 2003 y Ubres de novelastra en 2008, entre otros. 

También fue compilador y prologuista de las obras completas de Franklin Mieses Burgos, recogidas en una antología del año 2007.

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