Santo
Domingo.- La tragedia de
la madrugada del martes en la discoteca Jet Set, conmocionó personalmente y
también provocó un impacto emocional en todas las víctimas y posibles afectados
directos.
Tres personas salvaron sus vidas de milagro la terrible noche cuando el techo de la discoteca se desplomó, dejando 221 muertos y 189 heridos.
¡Se salvaron en tablita!, es una
exclamación propia de cuando acontecen situaciones como lo ocurrido a estos
tres ciudadanos. ¡No le tocada su día!, es otra expresión al efecto.

“Pude haber estado ahí”, confesó
conmovido, relatando que cada lunes participa en una tradicional reunión con
amigos en el restaurante Varelo, ubicado en la capital. Ese día, sin embargo,
optó por no asistir debido a la ausencia de su amigo, el empresario Antonio
Espaillat, quien se encontraba fuera del país.
“Bastó solo un segundo para que todo
cambiara”, expresó Mariotti, utilizando una analogía con “Alicia en el País de
las Maravillas” para ilustrar lo efímero y decisivo del tiempo. Reconoció
sentirse física y emocionalmente afectado, en sintonía con el estado de luto
colectivo que atraviesa la nación.

Este pequeño margen de tiempo le
permitió salir con rapidez y ponerse a salvo en la explanada frontal del
establecimiento, evitando ser impactado por los escombros.
Iris
Peña.- Otra
afortunada fue Iris Peña, una joven que contó que cuando llegó a la discoteca
junto a otras personas, la orquesta de Rubby Pérez estaba lista y el cantante
no había salido a escena.
Dijo que, pese al haber comprado su
boleta VIP, la ubicaron “lejos, hacia atrás”.
“Yo estaba tranquila, no dije nada. En
un momento comenzó a caer tierra del techo y pregunté si la tierra tembló,
porque sentí que nos estaba cayendo tierra. Y me dijeron ‘mira, muchacha,
nosotros estamos con Dios, eso no va a pasar’”.
Cuando entró, se sentó y una piedra cayó
en la mesa. Andaba con su hijo, dijo, de nacionalidad francés.
Su hijo iba a buscar una chaqueta y otra
persona (que luego murió) le dijo que no regresara, y fue en ese momento cuando
todo se desplomó.

Al admitir la gran prueba que ha vivido
el músico, que llevaba 12 años en la orquesta del fallecido merenguero, al
caérsele el techo encima, reveló que vivió momentos angustiosos y el peor de su
vida
"Gracias a Dios, a su misericordia
una viga que cayó sobre mi, su grandeza la pudo frenar, justo en mi cabeza y a
pesar de su peso y la velocidad que cayó, solo me provocó una pequeña herida en
la cabeza", dijo al hablar con el periodista higüeyano Florentino Durán..

Abuelos, parejas de esposos, hermanos,
cuñados, tíos, amigos y otros seres queridos, disfrutaban aquel lunes en una
fiesta que marcó el final de sus vidas.
Mientras, para quienes sobrevivieron a
esta descomunal desgracia, esto implica el comienzo de una nueva fase de su
existencia, a la que ya reconocen como tiempo de “gratitud a Dios”.
Marisol Chalas, de 58 años, y su esposo,
Víctor de la Cruz, residentes en el estado de Florida, Estados Unidos, son
oriundos del municipio Bajos de Haina. Ellos son sobrevivientes de la tragedia
en el desplomado centro de diversión Jet Set.
Escapados de una muerte brutal, la
pareja narra ahora el momento espeluznante de haber vivido 45 minutos de dolor
y angustias atrapados en los escombros.
La pareja pertenece a los Haineros
Dorados, un grupo que tiene de costumbre celebrar los cumpleaños de sus
miembros.

Quintero, quien conduce la emisión
estelar de Noticias Telemicro, afirmó que "volvió a nacer" la
madrugada del martes cuando el techo del centro nocturno colapsó durante una
presentación del merenguero Rubby Pérez, quien murió en el derrumbe.
"En tantos años de carrera jamás
pensé llegar a ser una 'sobreviviente'", confesó la comunicadora en una
publicación en su Instagram, donde agradeció a sus seguidores por
preocuparse y solidarizarse con ella y pidió oraciones.
"Sus muestras de cariño, oraciones
y apoyo han sido un bálsamo para mi alma que recibe con gratitud esta
oportunidad que me da Dios de seguir viviendo", dice una imagen compartida
junto al texto.
Y añade: "Me duele mucho el cuerpo,
pero más me duele el alma, por todos los afectados por esta tragedia. Mi abrazo
infinito para todo".

A
último momento no fueron a la fiesta.- Rosmery, Minoska, Altagracia, Patricia y
Carolina tienen una historia en común. Las cinco estaban prácticamente listas
para asistir el pasado lunes a la fiesta de Rubby Pérez en la Discoteca Jet
Set, pero no pudieron asistir.
Eso hizo que hoy no se cuenten dentro de
la lista de las personas que resultaron heridas o fallecidas durante el
derrumbe del techo del centro de diversión la madrugada del martes, dejando un
saldo preliminar de 221 personas fallecidas.
Cada una tuvo un motivo distinto que las
retuvo para no estar en la fiesta que anhelaban y para lo cual, algunas de
ellas ya tenían hasta el vestido que iban a exhibir. Así narran sus historias:
Rosmery
Méndez.- Mi
esposo y yo solemos salir de manera constante a bailar y la idea de ir a una
fiesta de Rubby Pérez era emocionante, por lo que habíamos planeado ir al
evento, de hecho, ya tenía la ropa que me pondría ese día, empieza narrando.
Era, describe, un vestido azul con
brillo, que estaba guardando para cuando fuera a bailar al Jet Set. “Sin
embargo, para mí, ese no fue un día del todo bueno a nivel personal, y mi
estado de ánimo me llevó a tomar la decisión de no asistir, pensé que tal vez
necesitaba descansar o simplemente estar en casa”.
A la mañana siguiente, al despertar,
agrega, nos enteramos de la trágica noticia, y fue imposible no pensar en lo
que podría haber sido.
Relata que le invadió un sentimiento de
angustia al imaginar que mis hijos se hubiesen levantado sin sus padres, “mi
mente no ha podido dejar de pensar en todas esas personas y en sus familias”.
“Este dolor que ha dejado esta tragedia
en todo el pueblo dominicano es algo que, estoy segura, será muy difícil de
procesar. Ver el sufrimiento de tantas familias, nos hace reflexionar sobre lo
frágil que es la vida y lo importante que es valorar cada momento con nuestros
seres queridos, es un golpe duro que nos deja un vacío inmenso y solo queda pedir
a Dios acompañamiento y fortaleza para enfrentar este dolor”.
Minoska
Báez Pimentel.- "Mis
amigas sabían lo mucho que quería ir a una fiesta de Rubby Pérez, así que
Franchesca me escribió para que lo viéramos en el Jet Set. Estaba emocionada
con la idea, pero, al mismo tiempo, sabía que por mi horario de trabajo se me
haría muy difícil”.
Así que, agrega en su narración, le
comenté que, aunque tenía muchas ganas, prefería no ir ese día. Le sugerí que
buscáramos otra fiesta en la que pudiéramos ir juntas en otro momento. Ellas
entendieron perfectamente y acordamos no asistir.
“Perdí varios amigos en el lugar.
Entiendo que Dios me dio una oportunidad para estar más cerca de Él, desde hace
un tiempo, he comenzado a asistir a la iglesia”.
Altagracia
Ovando.- “En
lo particular amo las fiestas de Ruby Pérez, de hecho, la última vez que se
presentó en Hard Rock estuve allí con mi mamá y un amigo”, dice.
Desde hace dos semanas, continúa
narrando, supe que se presentaría el pasado lunes en el Jet Set y mi cuñada
asistiría junto con unas amigas, en ese momento no tenía dinero para la boleta
y ya no habían mesas disponibles
No obstante, el mismo lunes a una amiga
se le complicó el asistir al evento, ya que su hijo estaba un poco enfermito y
me ofreció su boleta, sin embargo, ya tenía trabajo programado en casa y
realizar unas entregas antes de una hora límite, por lo que desistí y me dije
bueno en otro momento será.
“Entiendo que gracias a Dios solo eran
señales para no asistir, porque desde las pasadas dos semanas estaba intentando
para irme con el grupo y cuando se me dio la oportunidad solo no pude, ya estaba
cansada y solo me puse a limpiar en casa.
“El grupo con el que iba, sì asistió y
gracias a Dios logró salir a tiempo y sin daños trágicos, solo golpes
superficiales”.
Patricia
y Jeremy.- Otras
historias similares son también las de Patricia, que es una ingeniera que
anhelaba ir a ver a Rubby Pérez a Jet Set. Deseaba ir con su esposo, pero él
trabaja en el interior del país y no pudo llegar porque la fiesta era lunes.
Sus deseos de ir le dieron la idea de
buscar un amigo o una amiga que la acompañara y al no encontrar con quien ir,
al final no fue.
Otro caso, es el del doctor Jeremy,
quien iba con su hermano Jasel y la esposa de este. Pero la hija de Jasel
estaba enferma y él prefirió quedarse con la niña cuidándola, entonces Jeremy
decidió no ir porque su hermano no iba.
Carolina
Guzmán.- “Mi
esposo y cuñados me llamaron el sábado para que yo fuera a comprar nueve
entradas al Jet Set para la fiesta de Rubby Pérez, cuando llegué allá le digo
al chico necesito nueve entradas VIP, lo más cerca que se pueda del artista, y
el chico de la boletería me responde que no puedo comprar números impares sino
8 ò 10”, inicia contando.
“También que debía separar tres whiskys
ese día a $14,000 cada uno pagados el día de la fiesta.
Procedí a llamar a mi cuñada y ella me
dijo que el lunes ella vendría para comprarla, pero se sintió molesta, porque
no dicen que el consumo es tanto, sino que teníamos que comprar esa bebida sí o
sí”.
Así que por tres botellas estamos todos
vivos aquí gracias al Señor, narra Carolina, “Y teníamos dinero para
comprarlas, pero por esa razón no se hizo.
Esa misma noche nos fuimos al Jaragua y allá nos dimos cuenta de lo sucedido. No nos cansamos de dar gracias a Dios porque una vez más ha sido bueno”.
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