El chavismo acusa a Washington de preparar una ofensiva contra Maduro mientras aviones de combate sobrevolaron cerca del espacio aéreo venezolano. En la foto, el presidente de Venezurela, Nicolás Maduro Moros.
Redacción Internacional.- Las alarmas se han encendido en Venezuela ante el despliegue militar estadounidense en aguas del mar Caribe, que el chavismo interpreta como una amenaza directa contra el presidente Nicolás Maduro y su círculo más cercano.
La congresista republicana María Elvira Salazar calificó en redes sociales de “farsa” la Navidad decretada por Maduro en septiembre y advirtió de que “la verdadera Navidad ya se aproxima”, enigmática frase que ha sido replicada por otros políticos republicanos, influencers y hasta por el presidente salvadoreño Nayib Bukele.
El New York Times reveló que asesores de Donald Trump presionan para intensificar el despliegue militar, con el objetivo de forzar una salida del poder del mandatario venezolano. En paralelo, cinco aviones de combate estadounidenses fueron detectados el jueves a solo 75 kilómetros del litoral central, lo que generó una fuerte advertencia del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, quien denunció una “provocación” contra la seguridad nacional.
El contingente naval desplegado en el Caribe, oficialmente destinado a frenar el tráfico de drogas, es visto en Caracas como un dispositivo orientado a presionar al Gobierno chavista. “Nunca habíamos visto este despliegue de aviones de la clase F-35 cerca de nuestro espacio aéreo. Es una grosería y una amenaza”, señaló Padrino.
Maduro recordó los casos de Irak, Libia y Afganistán para advertir sobre las consecuencias de las intervenciones extranjeras. “Hay gente que piensa que haciendo daño a su país se favorece. ¿Cómo quedaron esas naciones después de las agresiones?”, cuestionó.
Aunque analistas consideran improbable una ofensiva directa de Estados Unidos, la incertidumbre crece. El recuerdo de la operación “Martillo de Medianoche”, cuando Trump bombardeó instalaciones en Irán, alimenta la percepción de que el presidente republicano podría actuar de manera impredecible.
Entre tanto, la tensión en Caracas es palpable. La duda sobre si se trata de una campaña de presión política o del preludio de una acción militar mantiene en vilo al Gobierno y a la población venezolana.


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