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"Algo huele mal en Dinamarca"… ¿Qué busca Ramón Bueno proponiendo rehabilitar a Danilo Medina?

La sorpresiva iniciativa del diputado del PRM reabre el debate constitucional, agita el panorama político y revive la discusión sobre la “cláusula pétrea” y los liderazgos presidenciales hacia 2028. En la foto el diputado perremeísta Ramón Bueno.

Por Vianelo Perdomo

Santo Domingo.- En un movimiento inesperado que ha encendido el debate político y jurídico del país, el diputado Ramón Bueno, dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), anunció este martes 2 de diciembre de 2026 que someterá un proyecto de ley para habilitar nuevamente al expresidente Danilo Medina, inhabilitado tras la reforma constitucional de 2025, con miras a que pueda ser candidato presidencial en 2028.

La propuesta de Bueno se estrella, de entrada, con la Constitución de la República Dominicana, que impide que un exmandatario que ya agotó dos períodos vuelva a aspirar a la Presidencia. Las únicas excepciones históricas han sido Leonel Fernández —rehabilitado en la reforma integral de 2010— e Hipólito Mejía, beneficiado por la no retroactividad de la ley. Pero aun así, el legislador del PRM insiste en que su proyecto busca fortalecer la democracia y ampliar la oferta electoral.

Danilo Medina, expresidente de la República, presidente y líder del PLD.

Los argumentos del diputado: “fortalecer la democracia”

Según explicó el congresista por la circunscripción número tres del Distrito Nacional, su iniciativa nace de la convicción de que la democracia dominicana se robustecería si todos los líderes con peso y trayectoria pueden competir electoralmente.

Sostuvo que Danilo Medina es “un dominicano con condiciones para ser candidato” y que su rehabilitación contribuiría al fortalecimiento del sistema de partidos.

En su razonamiento, Bueno atribuye la pertinencia de la propuesta al clima de “competencia electoral” que viven los partidos de oposición. Asegura que la reciente presencia pública de Medina ha reactivado el apoyo al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), lo que “ha generado preocupación en otras organizaciones”.

Reiteró que, como legislador, tiene el derecho de presentar cualquier iniciativa orientada al fortalecimiento institucional y añadió que busca mayor estabilidad democrática para evitar “lo que ha pasado en procesos anteriores” respecto a reelección o habilitación presidencial.

También explicó por qué no sometió la habilitación de Medina en 2020: “En política, cada cosa llega en su momento”, dijo, afirmando que los escenarios cambian de manera constante.

El marco constitucional: la “cláusula pétrea” y la dinámica de la reforma

La Constitución de 2024 —fruto de una reforma promovida por el presidente Luis Abinader— reafirmó la prohibición para que un presidente con dos períodos en su historial vuelva a aspirar. Aunque esta restricción ya existía desde la Constitución de 2015, la reforma más reciente introdujo una “cláusula pétrea”, lo que convierte ese artículo en intocable… al menos en teoría.

Pero el diputado Bueno sostiene que toda disposición constitucional puede ser interpretada y revisada, siempre que se respeten los canales institucionales. Y ahí es donde muchos comienzan a preguntarse si esta iniciativa es realmente sobre Medina… o sobre algo más.

La propia Constitución establece la ruta para modificarla:

La reforma puede iniciarse por el Poder Ejecutivo o por una tercera parte de los miembros del Congreso. Debe aprobarse una ley especial que declare la necesidad de la reforma, señale los artículos a modificar y establezca los límites de la revisión. Luego, una Asamblea Nacional Revisora —compuesta por más de la mitad de los miembros de cada cámara— deberá aprobar los cambios con mayoría de dos tercios.

Es decir: incluso la llamada “cláusula pétrea”, creada para impedir modificaciones futuras sobre la reelección, podría ser revertida por los mismos mecanismos que la instituyeron.

Y, con la amplia mayoría congresual que el PRM ostenta actualmente, no son pocos los que interpretan que este proyecto podría abrir una puerta más amplia: desmontar la cláusula pétrea por completo.

De hecho, si Ramón Bueno somete la rehabilitación de Medina, otro legislador —o el Poder Ejecutivo— podría someter un segundo proyecto para eliminar la cláusula pétrea, devolviendo la discusión a cero.

“Algo huele mal en Dinamarca”: ¿por qué aplicar la metáfora?

La expresión proviene de Hamlet, de William Shakespeare. En la obra, la frase es una advertencia sobre corrupción, traición o irregularidades en el poder. El centinela Marcelo la pronuncia antes de que aparezca el fantasma del rey asesinado.

Extrapolada al clima político dominicano y al proyecto de Ramón Bueno, la frase sugiere que detrás de la iniciativa pudiera haber una intención no explícita: reabrir el camino no solo para Danilo Medina, sino para otros actores políticos, incluido —según especulan algunos analistas— el propio presidente Abinader.

Porque, como dicta otro refrán: “quien hace la ley, hace la trampa”.


¿Tres expresidentes compitiendo en 2028?

El escenario hipotético es explosivo, pero jurídicamente posible si la “cláusula pétrea” cae:

Luis Abinader podría ser rehabilitado y convertirse nuevamente en candidato del PRM.

Danilo Medina sería candidato del PLD, si prospera la propuesta de Ramón Bueno.

Leonel Fernández ya es el virtual candidato presidencial de la Fuerza del Pueblo.


Solo un expresidente quedaría fuera: Hipólito Mejía. No por impedimento —porque no lo tiene—, sino porque su prioridad política es la candidatura presidencial de su hija, la actual alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía.

Un duelo electoral entre Abinader, Medina y Fernández en mayo de 2028 sería, sin duda, el más inédito e histórico de la política dominicana contemporánea.

¿Una simple iniciativa… o un reacomodo mayor?

El proyecto de Ramón Bueno ha sacudido el avispero político, ha reavivado debates constitucionales que parecían cerrados y ha hecho que muchos se pregunten si su propuesta es apenas la punta del iceberg de una agenda más amplia.

Lo cierto es que, como en la Dinamarca de Shakespeare, algo parece moverse silenciosamente detrás del telón. Y el desenlace, en lugar de ser literario, podría definir el rumbo político de la República Dominicana hacia 2028.

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