Los pasajeros de un Boeing 777-200 operado por United Airlines sufrieron un susto de infarto después de que la aeronave perdiera parte del motor poco después de despegar del aeropuerto internacional de Denver, en Estados Unidos.
Partes del motor que reventó cayeron
encima de un suburbio de la capital del estado de Colorado provocando varios
destrozos, según informaron este sábado las autoridades.
Los hechos ocurrieron sobre las 13.30 hora
local (20.30 GMT) mientras la aeronave se dirigía al destino vacacional de
Honolulú, en Hawai.
La aeronave tuvo que regresar de
emergencia al aeropuerto del que partió.
El aterrizaje se produjo de “forma segura”
después de que el avión sufriera un fallo en su motor derecho tras el despegue,
según indica en un comunicado la Administración Federal de Aviación (FAA, en
sus siglas en inglés).
Algunos pasajeros han compartido en redes
sociales impactantes imágenes del motor ardiendo mientras la aeronave
sobrevuela el cielo del estado de Colorado.
Afortunadamente, ninguno de los 231
pasajeros ni la decena de tripulantes que viajaban a bordo resultaron heridos.
Por su parte, la Administración Federal de
Aviación recopila informes de lo ocurrido, mientras que la Junta Nacional de
Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés) se ha hecho cargo de la
investigación.
La Policía de Broomfield, una ciudad que
forma parte del área metropolitana de Denver, publicó en su cuenta de Twitter
que un avión estaba sobrevolando el área por problemas en el motor y que habían
caído partes sobre varias zonas.
Asimismo, difundió fotos de restos de
metal que terminaron sobre los jardines de varias viviendas y en un parque.
Según agencias internacionales de prensa, una
pieza del motor aplastó un camión.
David Delucia es uno de los pasajeros que
iba a bordo del avión cuando el motor derecho del aparato se incendió. En
declaraciones a AP, explica que se estaba acomodando en su asiento cuando oyó
una gran explosión y vio un destello de luz que los pusieron en alerta. Acto
seguido, el avión comenzó a perder altitud.
“Al principio del suceso, pensé que era el fin. Pensé que nos íbamos a caer”, ha explicado Delucia, quien asegura que se guardó la billetera en el bolsillo para poder ser identificarlo fácilmente si el avión finalmente se acababa estrellando.
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