Santo Domingo.- La Federación Dominicana por los Derechos de los Animales (Fedda) indicó que el pitbull terrier americano, que es la especie que habita en nuestro país, es considerada la quinta raza canina más tolerante y atribuyó los recientes casos de agresividad que han llevado al hospital a varias personas a la forma como son educados.
A través de una nota de presa, la
federación salió en defensa de estos caninos: “Se trata de uno de los perros que mejor se relaciona
con el ser humano, justo por detrás del golden retriever, el labrador
retriever, el staffordshire bull terrier y el
carlino o pug, el pitbull está
considerado como un perro
protector y devoto con los suyos, un excelente compañero
de juegos y un amigo para toda la vida”.
Agresividad por educación.- La federación precisó en una nota de prensa que la agresividad que se atribuye a esta raza está relacionada directamente con la educación y la socialización del perro, aunque –advierte- también que influyen las experiencias vividas y la genética, “en menor medida”.
Denunció que estos caninos se crían y
entrenan para peleas clandestinas, para reproducirlos y venderlos como perros
guardianes y, también, para “atacar a ciertos objetivos”.
Criaderos clandestinos.- A su vez, la institución denunció que en el país existen criaderos clandestinos de esta raza, “a la vista de muchas personas”, con el objetivo de reproducirlos para venderlos y para organizar peleas.
Señaló que además de que estos perros
sufren en espacios muy pequeños, encerrados y amarrados, y utilizados solo para
fines de reproducción, para su venta y peleas entre ellos, otra práctica lesiva
con los pitbull y otros caninos, consiste en “lijarle las orejas
y cortarle la cola” para volverlos más agresivos.
Responsabilidad personal y cumplimiento de la ley vigente.- Sobre las personas que adquieren estos caninos para que sean el guardián de su hogar o negocio, la Fedda subrayó que “lo tratan de poner agresivos para que a todo el extraño o al que no (le) caiga bien, le ladre o se le lance, “siendo esta acción totalmente contraria a la necesidad y naturaleza de los animales”.
“Teniendo en cuenta que hay personas que
están conscientes de que tienen un animal educado de manera violenta y
para atacar, no importa la raza, su obligación es mantenerlo aislado del
contacto con otras personas a las que pueda afectar; que las salidas sean
usando un bozal y que se entrene debidamente para saber controlarlo”, manifestó
la institución.
Fedda lamentó que cuando los dueños
“irresponsables” no manejan a sus caninos con los estándares que se requieren y
el animal comete un acto violento contra alguna persona, se tiende a culpar al
animal y no al “dueño irresponsable”.
La agresividad de un perro depende
del dueño y la crianza que le da, o de algún problema de salud que se
detecta llevándolo periódicamente a un veterinario, enfatizó la Fedda, que también
resaltó la necesidad de que los propietarios de
los caninos asuman la responsabilidad de protegerlos y educarlos para vivir en
armonía, “para atender comandos y para respetar a las personas”.
La federación recordó que el artículo 60 y
61 de la Ley 248
de Protección Animal y Tenencia Responsable prohíbe las peleas de perros en el país, a
lo que se suma la crueldad que
implica criar un animal para que sea agresivo.
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