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Insoportable se torna la crisis de Haití; no hay donde estar

La ONU advierte que crisis alimentaria se agrava en Haití. Este organismo multinacional precisó que solo tiene suficiente comida en el país para alimentar a 175,000 personas durante un mes. Atribuye la situación al cierre del puerto y del aeropuerto. Mientras, haitianos indocumentados huyen a la frontera con Dajabón. Entre los indocumentados adultos detenidos se encuentran 79 hombres y 21 mujeres, quienes juntos a los menores fueron remitidos a la Dirección General de Migración, para los fines de repatriación. Mientras, los haitianos narran sus pesadillas: “Puerto Príncipe es inhabitable”. Desde finales de febrero, poderosas pandillas se aliaron para atacar puntos estratégicos de Puerto Príncipe (comisarías, cárceles, ministerios, aeropuerto y puerto, etc.), en un pulso contra el primer ministro Ariel Henry. En la foto, varios haitianos indocumentados que fueron apresados en Dajabón.

Redacción de internacionales.- La crisis de Haití se torna cada día más insoportable. Según los propios habitantes de ese país, sobre todo la población común y corriente, expresan que “aquí no hay donde estar”.

Desde la tarde-noche de este jueves y la mañana de este viertes se ha estado informando sobre el aumento del número de haitianos indocumentados que continúan huyendo de la crisis e inseguridad en Haití y están siendo detenidos por militares en la frontera por Dajabón impidiendo así que se trasladen a otras provincias del territorio dominicano.

Mediante operativos de patrullaje e interdicción migratoria realizados por soldados del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) y su organismo de inteligencia C-2, detuvieron el recién pasado miércoles en varios sectores de Dajabón a 177 haitianos incluyendo 17 menores.

Entre los indocumentados adultos detenidos se encuentran 79 hombres y 21 mujeres, quienes juntos a los menores fueron remitidos a la Dirección General de Migración, para los fines de repatriación.

Los operativos de búsqueda y captura de indocumentados haitianos se llevan a cabo por disposición del director del Cesfront, general Freddy Soto Thormann, quién en varias ocasiones ha reiterado que la frontera se mantiene segura.

Según reportes de agencias internacionales de prensa, Haití atraviesa por una situación de violencia sin precedentes, con más del 80% de la capital bajo el dominio de bandas armadas que siembran que asesinan, secuestran, incendian viviendas, ejecutan violaciones masivas.

En la foto, un vendedor ambulante huye de la violencia de las pandillas en Puerto Príncipe el 8 de abril de 2024.

“Puerto Príncipe es inhabitable”.- Jameson Jacques vive en un refugio improvisado con sus tres hijos desde que pandilleros incendiaron su casa, matando a sus padres. Como él, numerosos habitantes de Puerto Príncipe sufren una pesadilla diaria, un mes después del anuncio de la creación de autoridades de transición cuya investidura no se concreta.

"Puerto Príncipe se ha vuelto inhabitable", dice este treintañero desde el centro de la capital de Haití. "Si tuviera dinero, ya me habría ido a una ciudad de provincia con mis tres niños".

El país caribeño, afectado por décadas de inestabilidad política y una pobreza muy extendida, padece una nueva ola de violencia.

Desde finales de febrero, poderosas pandillas se aliaron para atacar puntos estratégicos de Puerto Príncipe (comisarías, cárceles, ministerios, aeropuerto y puerto, etc.), en un pulso contra el primer ministro Ariel Henry.

El dirigente, cuestionado por el aumento de la violencia y por gobernar sin haberse sometido a una votación popular, anunció el 11 de marzo que iba a dimitir para ceder el testigo a un consejo presidencial de transición.

Pero en un país que no celebra elecciones desde 2016, la transición política se ha visto retrasada una y otra vez por desacuerdos entre los candidatos para ese consejo y desavenencias con el Gobierno saliente de Henry.

Huir de la violencia.- La población, entre tanto, tiene que lidiar con las consecuencias del dominio de las pandillas, que ocupan más del 80% de la capital.

"Estoy viviendo una pesadilla. Desde hace semanas no puedo ir al centro de la ciudad", lamenta Junior Fontus, un vendedor de bebidas que tuvo que instalarse en el edificio del Ministerio de Educación, convertido en un refugio para acoger a desplazados internos como él.

"Sin mi comercio, ¿cómo voy a poder alimentar a mis cinco hijos y pagar sus gastos de escolarización?", se pregunta.

En marzo la violencia pandillera llevó a más de 53,000 personas a huir de Puerto Príncipe.

"Antes decía que no iba a abandonar el país. Aconsejaba a los jóvenes que no se fueran, que era mejor juntar nuestros ahorros para lanzar un negocio", recuerda Charles Jean Wilderson, un empresario de 38 años.

"Pero ahora, cuando hay un secuestro y que una pandilla lo reivindica, ya no se puede aconsejar a los jóvenes que se queden. Un joven que se marcha ahora tiene razón", asegura.

Parálisis.- En Puerto Príncipe, impera la ley de las bandas criminales, y la policía intenta a duras penas defenderse frente a enemigos mejor armados y con numerosos miembros.

La violencia, de la que se habían librado algunos barrios, como el acomodado Pétion-Ville, se ha extendido a casi toda el área metropolitana de la ciudad. Una situación "catastrófica", según la ONU, que informó de 1,554 muertos y 826 heridos en los tres primeros meses de 2024 en Haití.

"Nunca he vivido nada igual. Estábamos acostumbrados a situaciones complicadas, (pero) esta vez es peor", dice Samson Dorsena, un artesano de la capital. "La inseguridad frena nuestras actividades (…) No he vendido nada. No hay clientes. La gente tiene miedo a salir".

Haití, devastado en 2010 por un terremoto que causó más de 220,000 muertos, depende en gran parte de la importación de bienes y la ayuda humanitaria para sobrevivir.

Pero las pandillas paralizaron el aeropuerto y el puerto en las últimas semanas, causando escasez de alimentos, medicamentos y productos de primera necesidad.

En esas condiciones, los servicios de salud están al borde del colapso y los pocos hospitales que aún funcionan se ven desbordados.

Entre el 29 de febrero y el 9 de abril, el capitalino Hospital Universitario de la Paz ingresó a 194 heridos de bala, según el responsable del establecimiento, Paul Junior Fontilus.

"Es muy difícil conseguir carburante y oxígeno para cuidar a nuestros pacientes. Gracias a las ayudas de algunos socios, conseguimos seguir adelante, pero no sé por cuánto tiempo", explica el doctor, que también alerta sobre una penuria de bolsas de sangre.

Cinco millones de personas, casi la mitad de la población de Haití, está en situación de "inseguridad alimentaria aguda", según un informe de expertos internacionales.

En un acuerdo político alcanzado por sus futuros miembros, el consejo presidencial de transición estableció entre sus prioridades "restablecer las condiciones de seguridad pública" o "tomar medidas excepcionales para reactivar la economía, mejorar la oferta de servicios básicos y combatir la inseguridad alimentaria". Pero primero tendrá que asumir el poder, como se anunció hace un mes. 

En medio de la crisis en Haití, la dificultad para adquirir alimentos aumenta con el paso de los días y el hambre compite con el miedo en una población extenuada. 

Advertencia de la ONU.- El hambre ha alcanzado niveles récords en Haití en medio de la actual espiral de violencia en el deprimido país caribeño, reveló este jueves el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que advierte de que "al ritmo actual" la organización podría quedarse sin reservas de alimentos para finales de abril.

En un comunicado, el programa de la ONU precisó que solo tiene suficiente comida en el país para alimentar a 175,000 personas durante un mes, ya que el cierre del principal puerto y aeropuerto, hace aproximadamente 30 días, ha interrumpido el flujo de suministros a la nación.

En ese orden, la información precisa que la inseguridad alimentaria en Haití ha alcanzado niveles no vistos desde el terremoto de 2010, con la mitad de la población, de unos 11 millones de personas, en inseguridad alimentaria aguda.

El PMA "está haciendo todo lo posible para llegar a las personas más vulnerables, pero al ritmo actual nos quedaremos sin reservas de alimentos para finales de abril", dijo en la nota Jean-Martin Bauer, director del organismo en Haití.

Se necesita que el puerto en la capital se reabra inmediatamente para traer nuevos suministros y acceso sin impedimentos para transportar alimentos a través del país "para asegurar la continuidad de nuestros programas", agregó.

Desde el 1 de marzo, coincidiendo con la nueva crisis, el PMA asegura, por ejemplo, que ha proporcionado alimentos a más de 500,000 personas en todo el país, 290,000 niños han recibido comidas calientes en escuelas y ha priorizado la compra de alimentos producidos localmente.

Los precios de los alimentos en Haití están disparándose, poniendo las comidas asequibles fuera del alcance de millones de familias, añadió la nota.

Según un análisis de mercado de PMA, el precio del maíz de marzo de 2023 a marzo de 2024 aumentó un 42 %, y el del arroz un 35 %.

Incidencia de la violencia.- A la vez, añade, que la violencia continúa erosionando la seguridad alimentaria y más de dos de cada tres hogares vieron caídas significativas en sus ingresos, y siete de cada diez departamentos informaron precios de alimentos más altos que en enero.

El primer análisis de desnutrición aguda de la CIF (Clasificación Integrada en Fases de la Seguridad Alimentaria) en Haití encontró que casi 277,000 niños menores de 2 años enfrentan o se espera que enfrenten malnutrición aguda para noviembre de 2024, incluyendo 125,000 niños que están severamente desnutridos.

Inicio del éxodo.- La población, entre tanto, tiene que lidiar con las consecuencias del dominio de las pandillas, que ocupan más del 80 % de la capital.

"Estoy viviendo una pesadilla. Desde hace semanas no puedo ir al centro de la ciudad", lamenta Junior Fontus, un vendedor de bebidas que tuvo que instalarse en el edificio del Ministerio de Educación, convertido en un refugio para acoger a desplazados internos como él.

En marzo la violencia pandillera llevó a más de 53,000 personas a huir de Puerto Príncipe.

"Antes decía que no iba a abandonar el país. Aconsejaba a los jóvenes que no se fueran. Ahora no sé", recuerda Charles Jean Wilderson, un empresario de 38 años.

Fuentes: Agencias internacionales de prensa, reportes desde la frontera domínico-haitiana y archivos periodísticos.

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