Washington.-
Un
conjunto de organizaciones religiosas presentó este martes una demanda contra
el Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por avalar las
redadas migratorias en iglesias, alegando que representan un ataque contra la
libertad religiosa.
La demanda, interpuesta por 27 organizaciones religiosas ante la corte federal del Distrito de Columbia, cuestiona la legalidad de una orden emitida el 21 de enero por la Administración de Trump que permite a las autoridades migratorias realizar redadas en escuelas, iglesias y hospitales.
Esta orden revocó una directiva de su
predecesor, el demócrata Joe Biden (2021-2025), que establecía una serie
de "áreas protegidas" donde las redadas estaban prohibidas.
En concreto, las 27 organizaciones
religiosas solicitaron a la corte federal del Distrito de Columbia que invalide
la orden presidencial y prohíba al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en
inglés) realizar detenciones en iglesias salvo en "circunstancias excepcionales".
Su argumento es que esta medida vulnera
la libertad religiosa protegida por la Primera Enmienda de la Constitución
estadounidense, que prohíbe al Gobierno interferir en las actividades de culto.
"La libertad religiosa de nuestras
iglesias y de nuestros miembros está siendo atacada", afirmó en
declaraciones a corresponsales de prensa extranjera el reverendo Carlos Malavé,
presidente de la Red Nacional Cristiana Latina (LCNN, por sus siglas en
inglés), que agrupa a unas 3.000 iglesias.
Malavé, nacido en Puerto Rico y con 35
años de experiencia como líder religioso, subrayó que, aunque ha habido "momentos
muy difíciles" en la historia de los inmigrantes en EE.UU., "nunca
en la historia reciente se ha vivido una situación como esta".
Desde que Trump implementó esta medida,
explicó el pastor, muchos feligreses han dejado de acudir a las iglesias y han
optado por seguir los servicios religiosos en línea por temor a las redadas.
Una situación que él solo puede comparar
con la vivida durante la pandemia de la covid-19. "Con la pandemia la
gente no salía porque temían por su salud física. Ahora no quieren salir porque
temen por su vida de otra forma. No necesariamente física, pero sí temen
por su vida y por el bienestar de su familia", declaró.
Las 27 organizaciones demandantes
pertenecen a diversas denominaciones, como bautistas, judíos conservadores y
reformistas, evangélicos y luteranos, entre otras. Sin embargo, todas coinciden
en una misma creencia: "Todo ser humano, independientemente de su lugar
de nacimiento, es un hijo de Dios y merece dignidad, cuidado y amor".
En la demanda, las organizaciones
subrayan que acoger al "extranjero o inmigrante" es un
precepto fundamental de su fe. Por ello, muchas de ellas han actuado como "santuarios" para
los migrantes, ofreciéndoles refugio y protección ante el riesgo de ser
deportados a países donde su vida podría estar en peligro.
Kelsi Corkran, abogada del Instituto
para la Defensa y Protección Constitucional (ICAP) y una de las juristas que
participó en la redacción de la demanda, explicó a EFE que las iglesias han
recurrido a los tribunales porque consideran que la orden de Trump vulnera la
libertad religiosa y de asociación.
Según Corkran, las organizaciones
demandantes sostienen que la medida de Trump no solo viola la Primera Enmienda,
sino también la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa (RFRA) de 1993,
que prohíbe al Gobierno federal y a los estados restringir el ejercicio de la
religión sin una justificación de fuerza mayor.
Antes de la orden de Trump, las fuerzas
de seguridad solo podían entrar en un lugar de culto en circunstancias
extremas. "Lo único que cambia con la revocación de esa medida es que
ahora pueden ingresar en cualquier momento para llevar a cabo una acción de
control migratorio", advirtió Corkran.
Esta orden ha generado un clima de
agobio e incertidumbre dentro de las congregaciones religiosas, que se sienten
atrapadas entre la necesidad de proteger a sus fieles y el deseo de cumplir con
su misión espiritual.
Si la Justicia mantiene en vigor la
orden de Trump, argumentan los demandantes, las redadas provocarán "daños
devastadores, directos y sustanciales" en la capacidad de las
iglesias para congregar a sus fieles y ejercer su fe libremente.
Además, insisten en que la simple
amenaza de estas acciones ya está teniendo un "efecto
paralizante" en muchas comunidades religiosas del país.
Fuentes:
Agencias internacionales de prensa y archivos periodísticos.
0 Comentarios
Deje su comentario
Emoji