Redacción internacional.– El Tribunal Supremo de Estados Unidos autorizó este lunes al presidente Donald Trump a proseguir con su plan de despidos masivos en el Departamento de Educación, dejando sin efecto una orden de bloqueo emitida por un juez federal de Massachusetts.
La resolución anterior respondía a una demanda colectiva presentada por una veintena de estados, sindicatos de profesores y distritos escolares, que buscaban frenar el despido de más de 1,300 empleados de los 4,100 que componen la plantilla actual.
Aunque el mandatario ha reconocido que el cierre total del Departamento depende del Congreso, su administración planea reducir su estructura al mínimo, manteniendo únicamente funciones básicas como la administración de ayudas financieras, becas y préstamos estudiantiles.
A largo plazo, la Casa Blanca contempla recortar hasta la mitad del personal, argumentando que muchas de las funciones actuales deberían ser devueltas a los estados y que el gasto federal en esta área representa un “despilfarro”.
Como es habitual en decisiones tomadas por la vía de emergencia, la mayoría conservadora del alto tribunal no explicó los fundamentos de su fallo, mientras que las magistradas liberales Sonia Sotomayor, Ketanji Brown Jackson y Elena Kagan votaron en contra.
La secretaria de Educación, Linda McMahon, celebró la decisión asegurando que “el presidente, como jefe del Ejecutivo, tiene la autoridad última sobre la estructura y gestión administrativa de las agencias federales”.
“Si bien el fallo de hoy es una victoria importante para los estudiantes y las familias, es lamentable que haya sido necesaria la intervención del tribunal más alto del país para permitir que el presidente Trump avance con las reformas que fue elegido para implementar”, añadió McMahon en un comunicado.
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