La epidemia, confirmada oficialmente el 15 de octubre, se suma al colapso de seguridad, la parálisis institucional y el deterioro total del sistema de salud haitiano, haciendo inviable la celebración de los comicios del 15 de noviembre. Autoridades dominicanas deben extremar la vigilancia ante el riesgo de contagio fronterizo.
A los múltiples obstáculos que ya enfrentaba Haití —inseguridad generalizada, bloqueo de carreteras, ataques a hospitales, desplazamientos masivos y colapso del sistema judicial— se suma ahora un enemigo invisible pero devastador: el cólera. Su reaparición en zonas densamente pobladas como Delmas, Cité-Soleil y Pétion-Ville, catalogadas en “alerta roja”, pone de manifiesto la incapacidad del Estado para proteger a su población y descarta toda posibilidad de desarrollar un proceso electoral seguro y participativo.
Un contexto imposible para elecciones
Mientras tanto, el sistema de salud haitiano se encuentra al borde del colapso. Los principales hospitales de la capital, incluido el Hospital Universitario Estatal de Haití (HUEH), han sido asaltados por grupos armados. Los pocos centros que aún funcionan lo hacen con recursos escasos, sin medicamentos ni personal suficiente para atender la creciente ola de contagios.
En este escenario, el Estado no cuenta con la capacidad logística, técnica ni humana para simultáneamente organizar unas elecciones y contener un brote infeccioso mortal. Las instituciones clave —el Ministerio de Salud Pública (MSPP) y la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento (DINEPA)— deben centrar todos sus esfuerzos en la desinfección de espacios públicos, la distribución de agua tratada y las campañas masivas de prevención.
Un manifestante
sostiene un cartel que dice en francés "La seguridad es un derecho, Haití
se lo merece" durante una manifestación en Puerto Príncipe, Haití, el 2 de
abril de 2025.
Crisis múltiple y desconfianza social
“Con un sistema de salud destruido, hospitales bajo asedio y barrios enteros sin agua potable, Haití no puede celebrar elecciones; puede apenas sobrevivir”, expresó recientemente un funcionario sanitario bajo condición de anonimato.
Las bandas armadas, además, podrían aprovechar la crisis sanitaria para fortalecer su control territorial, bloqueando la llegada de ayuda humanitaria y obstaculizando las operaciones médicas de emergencia.
Ante esta doble tragedia —epidemiológica y de seguridad—, la única salida lógica para el Consejo Presidencial de Transición es anunciar la suspensión oficial de los comicios y redirigir todos los recursos nacionales e internacionales hacia la contención del cólera y la protección de la población.
Alerta sanitaria para República Dominicana
En la foto, el mercado
binacional de Dajabón, un escenario que se presta para la transmisión de
enfermedades. Como este mercado, aunque en menor grado, también hay intercambio
comercial en Pedernales, Jimaní (provincia Independencia), Comendador (Elías
Piña) y otros puntos no controlados por las autoridades.
Una frontera que exige vigilancia total
La crisis sanitaria haitiana, sumada a la inestabilidad política y el incremento de la violencia, podría incrementar los flujos migratorios irregulares hacia territorio dominicano.
Esto no solo presionará aún más los servicios de salud, sino también la seguridad y el orden público en comunidades fronterizas.
Las autoridades dominicanas deben mantener una coordinación constante entre los ministerios de Salud, Defensa y Migración para implementar protocolos de detección, aislamiento y atención rápida ante cualquier caso sospechoso, sin comprometer los derechos humanos de los migrantes.
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