El régimen de Kim Jong-un dispara una decena de proyectiles hacia el mar Amarillo mientras Pete Hegseth recorre la zona desmilitarizada; el gesto coincide con recientes contactos diplomáticos entre Washington, Seúl y Pekín en plena cumbre del APEC. En la foto, el ministro de Defensa de Corea del Sur, Ahn Gyu-back (i), y el secretario de guerra de EE.UU., Pete Hegseth (d), en la zona desmilitarizada entre Corea del Sur y Corea del Norte.
Seúl.– Corea del Norte lanzó este lunes alrededor de diez proyectiles de artillería mediante un sistema de lanzacohetes múltiple, en una nueva demostración de fuerza que coincidió con la llegada del secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, a Corea del Sur y su visita a la zona desmilitarizada (DMZ), en la frontera intercoreana.
El Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS) informó que los disparos se produjeron alrededor de las 16:00 hora local (7:00 GMT) hacia las aguas del mar Amarillo, mientras las autoridades militares analizan los detalles técnicos del armamento utilizado.
El lanzamiento tuvo lugar casi al mismo tiempo que Hegseth aterrizaba en la Base Aérea de Osan, a unos 50 kilómetros al sur de Seúl, y poco antes de su recorrido por Camp Bonifas, un puesto del Comando de las Naciones Unidas (ONU) situado a escasos 400 metros al sur de la línea de demarcación militar. El secretario estadounidense estuvo acompañado por el ministro de Defensa surcoreano, Ahn Gyu-back, en una visita orientada a reforzar la cooperación bilateral en materia de defensa.
Otro lanzamiento durante la visita de Xi Jinping
El ejército surcoreano confirmó además que el régimen de Kim Jong-un ejecutó otro ensayo similar el pasado sábado, cuando lanzó una decena de proyectiles de artillería mientras se desarrollaba en Gyeongju una reunión entre el presidente surcoreano Lee Jae-myung y su homólogo chino Xi Jinping, en el marco de la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
“Nuestras fuerzas armadas están monitorizando estrechamente las diversas actividades norcoreanas bajo una firme postura de defensa conjunta entre Corea del Sur y Estados Unidos, lo que nos permite responder con contundencia a cualquier amenaza”, afirmó el JCS en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap.
Aunque este tipo de ejercicios no viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, el uso de lanzacohetes de 240 milímetros por parte de Pionyang mantiene a Seúl y su área metropolitana dentro del rango de alcance, lo que alimenta la tensión en la península.
Una visita en un momento delicado
La visita de Hegseth se produce apenas días después del viaje del presidente estadounidense Donald Trump a Corea del Sur, durante el cual manifestó su disposición a reunirse con Kim Jong-un, una oferta que no ha recibido respuesta pública por parte del régimen norcoreano. Pionyang respondió, en cambio, con una prueba de misiles de crucero previa a la llegada del mandatario norteamericano.
El contexto diplomático es particularmente sensible, tras el anuncio conjunto del 29 de octubre de 2025, cuando Estados Unidos y Corea del Sur informaron haber finalizado los detalles de un acuerdo comercial de gran escala tras un encuentro entre Trump y Lee Jae-myung durante la cumbre del APEC.
“Hemos llegado a un acuerdo”, declaró Trump durante una cena con otros mandatarios en Gyeongju, aunque precisó que el trato estaba “prácticamente finalizado”.
Por su parte, el jefe de Gabinete surcoreano para asuntos políticos, Kim Yong-beom, explicó que ambos países acordaron los mecanismos para financiar una inversión surcoreana de 350.000 millones de dólares en Estados Unidos, que permitirá fijar aranceles recíprocos del 15 %.
Inversión en efectivo y compromisos militares
De ese total, 200.000 millones de dólares serán aportados en efectivo, con un límite anual de 20.000 millones, según detalló Kim a la prensa. El pacto comercial y de defensa fue rodeado de escepticismo ante las discrepancias sobre la proporción de inversión directa exigida por Washington, pero ambos gobiernos aseguran haber superado los principales obstáculos.
Durante la reunión bilateral, el presidente Lee se comprometió además a incrementar el gasto militar en línea con las demandas de Estados Unidos, y condecoró a Trump con la Gran Orden de Mugunghwa, la más alta distinción surcoreana, además de obsequiarle una réplica dorada de una antigua corona real coreana.
Escalada y señales mixtas
Los analistas observan que los recientes ensayos norcoreanos podrían tener un doble objetivo: probar nuevos sistemas de lanzamiento y enviar un mensaje de desafío a Washington y Seúl justo cuando ambos países consolidan su cooperación económica y militar.
Mientras tanto, la posibilidad de un nuevo diálogo trilateral entre Estados Unidos, Corea del Sur y China sobre la desnuclearización del Norte parece lejana, en un escenario donde cada gesto militar o diplomático puede tener efectos inmediatos en la estabilidad regional.



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