Por VianeloPerdomo
Tamayo, provincia Bahoruco.- Dirigentes agrícolas y varias organizaciones solicitaron a las autoridades un plan de emergencia para recuperar las plantaciones en la región sur del país, que resultaron destruidas tras los efectos indirectos del huracán Melissa.
“Dado que la tormenta produjo daños en
todo el territorio nacional, queremos que otra vez no seamos de los últimos a
quienes se asista”, declaró el agrónomo, productor agrícola y dirigente social Manuel
Antonio Pérez Canario.
Pérez, líder de las organizaciones de agricultores en una amplia
zona de la región Enriquillo, presentó un balance pormenorizado de los efectos
de las lluvias que acompañaron la tormenta Melissa en un área territorial que
abarca cinco provincias: Barahona, Azua, San Juan, Independencia y Bahoruco.
El dirigente agrícola declaró que Melissa causó daños en todo el
país “y no quisiéramos ser los últimos, como siempre”.
El plan de emergencia
Según Pérez, se requiere con urgencia la ejecución de
desembolsos para rehabilitar los canales de riego, de modo que en 15 días el
agua vuelva a correr y se puedan regar los cultivos. “Operativos de preparación
de suelo y materiales de buena calidad de variedad múltiple, en el caso de los
plátanos”, señaló.
El vocero de los productores pidió que los financiamientos sean
“bien racionalizados”, tomando en cuenta los agricultores que han tenido
pérdidas.
Asimismo, sugirió que no se nombren brigadas externas, sino que
se entreguen los recursos a los productores para que ellos mismos organicen sus
brigadas.
También reclamó la rehabilitación de los caminos
interparcelarios que están en mal estado, a fin de evitar la pérdida de
cosechas, y el apoyo a los productores mediante jornadas de fumigación contra
la Sigatoka y los nemátodos que afectan los plátanos.
Con énfasis en los platanares
Dentro del área delimitada por Pérez se
incluyen cultivos de berenjenas, ajíes, yucas y otros rubros menores que
habrían sufrido igual suerte que los de plátanos, guineos y rulos. Sin embargo,
su análisis se centra en los plátanos conocidos en la capital como
“barahoneros”.
En Tamayo, 3,850 pequeños productores cultivan 200,850 tareas de
plátanos, “la principal área de esas plantaciones en la región Enriquillo”.
A raíz de las lluvias de la tormenta Melissa, los 12 días de
precipitaciones intensas dañaron gran parte de los cultivos, y las lluvias
posteriores terminaron por destruir las plantaciones, explicó Pérez.
El agrónomo, productor agrícola y dirigente social Manuel Antonio Pérez Canario.
En los canales
Las lluvias sedimentaron los canales Altamira, San Ramón, “la
Regola Nueva” y los del asentamiento de Honduras. El sistema de bombeo de Los
Conuquitos colapsó, lo que impedirá regar los cultivos una vez pasen las
lluvias.
Asimismo, los arroyos arrasaron platanares, se llevaron la capa
vegetal y desviaron caudales de ríos que ahora corren por parcelas en
producción.
“Después que pasan las lluvias, los
suelos quedan saturados; los conucos con plátanos de siete u ocho meses se
dañan por la humedad, los platanares viejos, cuando llega la sequía, se les
corroen las raíces y se caen, además de que vienen los ataques de la Sigatoka
amarilla, la Sigatoka negra, el chocolate o la pudrición del tallo”, dijo el
productor.
En Tamayo, la cuenca por dentro
Las tierras aguas abajo del vaso de la cuenca por dentro
comprenden 480,000 tareas ubicadas en las comunidades de Vuelta Grande,
Honduras, Arroyo Seco, Barranca, San Ramón, Altamira, Santana, Bayahonda,
Monserrate, El Jobo, Uvilla, Mena Arriba y Mena Abajo, parte de la Zona Cañera
y de Cristóbal.
También hay 220,200 tareas cultivadas de caña del Consorcio
Azucarero Central (CAC), y el resto pertenece a 3,850 agricultores productores
de musáceas y frutos menores.
Tareas en la cuenca por fuera, Barahona
La cuenca por fuera abarca 250,000 tareas ubicadas en los
poblados de Monte Grande, Las Minas, Canoa, Fondo Negro, El Higuito, Quita
Coraza, El Memiso, Vicente Noble, Palo Alto, Habanero, Fundación, Pescadería,
El Peñón y Cabral.
Allí existen además 110,000 tareas de caña del CAC y las
restantes pertenecen a 3,900 pequeños agricultores y ganaderos.
Hay 50,000 tareas que se riegan con el canal Cristóbal, en la
zona de Mella, La Colonia, Los Grajos de Neyba y la carretera Mella-Cruce de
Cristóbal.
Entre cuatro provincias
Ese tipo de cultivos se desarrolla en una amplia zona de
Bahoruco, entre cuatro provincias ubicadas en la cuenca por dentro, al oeste
del río Yaque del Sur: Azua, San Juan, Independencia y Barahona.
Los platanares se inician en los frentes de la presa de Monte
Grande, donde colindan con Azua, y continúan por el pie de la sierra de Neiba,
al sur, limitando con San Juan, hasta llegar a los municipios de Galván y
Neiba, en Bahoruco.
Al sureste de Neiba, el área colinda con Mella y Cristóbal, en
la provincia Independencia, hasta llegar a El Peñón, en Barahona.
Desde la colindancia con El Peñón, el área se extiende por los frentes de Palo Alto, Canoa, Fondo Negro y Quita Coraza, al oeste y sur del Yaque del Sur, en comunidades pertenecientes a Barahona



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