Santo Domingo.– El año 2025 se perfila como un período de intensa actividad diplomática y de fortalecimiento institucional en materia de seguridad para la República Dominicana, marcada por una serie de encuentros estratégicos entre el Ministerio Público (MP), la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y altas autoridades de los Estados Unidos, principal socio del país en la lucha contra el crimen organizado transnacional.
Uno de los encuentros más recientes y significativos fue la visita de la embajadora estadounidense, Leah Francis Campos, a la procuradora general de la República, Yeni Berenice Reynoso, en la sede de la Procuraduría General de la República (PGR). La reunión se suma a otras realizadas durante el año entre funcionarios dominicanos y representantes del cuerpo diplomático y agencias de seguridad de Estados Unidos, varias de ellas anunciadas de manera pública como señal de transparencia y cooperación institucional.
Este acercamiento constante evidencia una agenda común centrada en el combate al narcotráfico, el lavado de activos, la corrupción, el tráfico de armas y otras modalidades del crimen organizado que afectan tanto al Caribe como al hemisferio occidental. Para las autoridades dominicanas, estas reuniones no solo refuerzan el intercambio de información y la asistencia técnica, sino que también consolidan la confianza mutua entre ambos Estados.
Durante el encuentro con la embajadora Campos, la procuradora Reynoso abordó temas vinculados al fortalecimiento del sistema de justicia penal, la cooperación judicial internacional y la persecución de redes criminales con ramificaciones transnacionales. La visita fue interpretada como una señal de respaldo al Ministerio Público en su rol de órgano constitucional independiente y en su estrategia de persecución penal estratégica.
Paralelamente, la DNCD ha sostenido contactos de alto nivel con autoridades estadounidenses, particularmente con agencias como la DEA y el Comando Sur, enfocados en operaciones conjuntas, capacitación de personal y modernización de capacidades tecnológicas para enfrentar el narcotráfico marítimo y aéreo. Estas coordinaciones han sido clave para los decomisos récord de drogas registrados en los últimos años y para el posicionamiento del país como un muro de contención frente a las rutas del narcotráfico hacia Norteamérica y Europa.
Analistas en materia de seguridad coinciden en que la frecuencia y el nivel de estos encuentros reflejan el interés de Washington en mantener a la República Dominicana como un socio confiable y estable en una región marcada por crecientes desafíos geopolíticos y criminales. A su vez, el Gobierno dominicano apuesta a esta alianza como un pilar para fortalecer sus instituciones, mejorar la persecución penal y elevar los estándares de cooperación internacional.
En un contexto global donde las amenazas trascienden fronteras, el 2025 queda marcado como un año en el que el Ministerio Público y la DNCD han intensificado su diplomacia institucional, proyectando a la República Dominicana como un actor activo y comprometido con la seguridad hemisférica, de la mano de los Estados Unidos.
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