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El expresidente de Perú
Ollanta Humala abandona
junto a su esposa el
local de su partido político.
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El expresidente y su esposa son acusados de lavado de activos. La pareja, sentenciada a 18 meses de prisión preventiva, pasó la noche de este jueves en las dependencias del Poder Judicial.
LIMA.- Dos
días después de presentado el pedido fiscal, el juez Richard Concepción
Carhuancho, del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional, dictó 18
meses de prisión preventiva contra el expresidente peruano Ollanta Humala y su
esposa Nadine Heredia.
A
ambos se los acusa de los delitos de lavado de activos, por los aportes que el
Partido Nacionalista recibió para las campañas presidenciales de 2006 y 2011,
en las que Humala se postuló.
Posteriormente, Concepción Carhuancho ordenó su captura nacional e
internacional. Pero no hizo falta que Humala y Heredia fueran detenidos por las
autoridades. Durante toda la tarde, permanecieron en su residencia del distrito
de Surco, siguiendo los pormenores de la audiencia que resolvió su suerte.
Conocida la decisión del juez, salieron juntos de su hogar y se dirigieron al
Palacio de Justicia del centro de Lima, para entregarse.
Este
jueves, pasaron la primera noche en la carceleta del Poder Judicial, mientras
esperan que se resuelva a qué establecimiento penitenciario serán conducidos
definitivamente.
En el
trayecto, ambos tuvieron tiempo para publicar sus reacciones en sus cuentas de
Twitter. Humala escribió: "Esta es la confirmación del abuso del poder, al
que nosotros le haremos frente, en defensa de nuestros derechos y de los
derechos de todos".
Poco antes, Heredia había dicho: "A pesar de la
arbitrariedad estamos aquí, confiamos en que esta decisión se va a revertir por
ser de justicia. ¡Confiamos en nuestro país!".
El
pedido de prisión fue presentado por el fiscal provincial Germán Juárez Atoche.
Lo respaldó en elementos aparecidos recientemente en el caso, como las
declaraciones de Jorge Barata, exrepresentante de Odebrecht en Perú. Según
afirmó a un grupo de fiscales que viajaron a Brasil para interrogarlo, a
mediados de 2010 recibió una llamada en la que Marcelo Odebrecht le ordenaba
realizar donaciones para la campaña electoral nacionalista.
Estas fueron
solicitadas expresamente por el Partido de los Trabajadores de Lula da Silva,
cuya caja común con el gigante brasileño de la construcción estaba a cargo del
entonces ministro de Hacienda, Antonio Palocci, conocido como El Italiano.
A Humala le hacían falta recursos para enfrentarse a rivales como Keiko
Fujimori, Alejandro Toledo o el ahora presidente de Perú, Pedro Pablo
Kuczynski.
La
versión de Barata fue confirmada por el propio Marcelo Odebrecht, quien declaró
a la justicia: «el Grupo Odebrecht, a pedido de Antonio Palocci Filho, habría
enviado, a través del Departamento de Operaciones Estructuradas [la dependencia
de Odebrecht encargada de administrar los sobornos], tres millones de dólares
al candidato a la Presidencia del Perú Ollanta Humala».
Las
actuaciones de la justicia no han estado exentas de críticas. Se argumenta por
ejemplo que el fiscal Juárez Atoche se ha tomado casi tres años de
investigación sin formular acusación y que los hechos no parecen cumplir los
requisitos para configurar lavado de activos, pues los dineros no serían de
origen ilícito.
A pesar de ello, en su resolución, el juez Concepción
Carhuancho afirmó que ha llegado a la convicción de que existen elementos del
delito, que se puede presumir que hay una perturbación de las pruebas, que el
peligro de fuga no es ajeno a Humala y Heredia, y que la medida es
proporcional.
Ollanta
Humala pasa así a ser el segundo mandatario peruano en prisión, luego de que
Alberto Fujimori fuera extraditado de Chile en septiembre de 2007, para ser
procesado y condenado por delitos de corrupción y violación a los derechos
humanos.
También se encuentra en líos con la justicia el expresidente Alejandro
Toledo Manrique, contra quien pesa una orden de prisión preventiva de 18 meses,
por haber recibido 20 millones de dólares de Odebrecht, para favorecerla en la
licitación de la Carretera Interoceánica Sur, que enlaza Perú y Brasil. Toledo
se encuentra en los Estados Unidos, en condición de prófugo de la justicia, a
la espera de que un proceso de extradición en su contra se resuelva.
Como
explicó Duberlí Rodríguez, presidente del Poder Judicial, luego de resolver el
pedido de prisión preventiva, el juez deberá remitir un oficio al Instituto
Nacional Penitenciario (INPE), que se encargará de evaluar adónde recluye a la
otrora pareja presidencial.
Se especula que, por tratarse de un expresidente,
el destino de Humala sería la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes),
donde ya está recluido Fujimori. Nadine Heredia sería enviada al penal de
Chorrillos, el único en Lima que alberga a mujeres.
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