El candidato del Partido de los Trabajadores intenta conseguir el apoyo de otros partidos de cara al balotaje. Pero no la tiene fácil.
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Fernando Haddad, candidato presidencial del Partido de los Trabajadores. |
Brasilia.- En la campaña del
candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, el
rojo cedió lugar al verde-amarillo. El aspirante y delfín del ex
presidente Lula da Silva, que según la última encuesta tiene 42% de los votos
contra 58% del diputado de ultraderecha Jair Bolsonaro, está empeñado ahora en
formar un “muy amplio frente democrático” contra el “peligro del bolsonarismo”.
Claro que no sólo habrá un cambio de
colores sino también de propuestas e iniciativas. Dispuesto a avanzar en ese
terreno aunque con bastante demora, el profesor de la Universidad de San Pablo
viajó a Brasilia para encontrarse el miércoles por la noche con el ex
presidente de la Corte Suprema, Joaquim Barbosa. Todo sugiere, además, que
puede haber estos días una visita al el ex presidente Fernando Henrique
Cardoso.
Vale recordar que Barbosa estuvo a punto
de presentarse como candidato del centro, a través del Partido Socialista de
Brasil (PSB), el fundador del Partido Socialdemócrata de Brasil. Finalmente
desistió de ese proyecto por “razones familiares”, según dijo en su momento.
Este ex magistrado, hoy jubilado, acumuló
prestigio al denunciar y procesar a altos dirigentes del Partido de los
Trabajadores que estuvieron involucrados en el famoso “Mensalao”, es decir,
aquel mecanismo por el cual el PT compraba las voluntades de diputados y
senadores en tiempos de Lula como presidente.
Según relatos de testigos, todavía no
salió la fumata blanca. Lo que trató de hacer Haddad es de convencer a Barbosa
para que participe abiertamente de ese frente. Entre él y Haddad hay cosas en
común, entre ellas, que ambos han revistado como profesores de la USP.
En el entorno del presidenciable dejaron
trascender que tanto al candidato como al partido les preocupa el
portazo en la cara que le propinó el ex postulante Ciro Gomes.
Sencillamente viajó a Europa en el momento en que Haddad le pedía que
oficializara su presencia en la campaña.
Ciro obtuvo 12,5% de los votos, con el
Partido Democrático Laborista (PDT). Con todo, esa agrupación apoyó
públicamente al candidato de centro izquierdista. La idea de una alianza supra
partidaria incluye, también, a Marina Silva.
Ella obtuvo apenas 1% de los votos, pero
su figura todavía es representativa. La ex candidata no dio un respaldo
explícito a Haddad pero convocó a “no votar por Bolsonaro”.
El diario Folha de San Pablo se encontró,
en la salida de un restaurante del centro paulistano, con el ex presidente
Cardoso. Allí, el sociólogo y político admitió que podría conversar con Haddad.
“Sí. Hablo con todo el mundo que me llama
por teléfono con el mayor placer”, dijo.
Cuando el periodista le preguntó si estaba
dispuesto a dar un aval al postulante, sostuvo: “Tengo que esperar que otros lo
quieran. Vamos a ver”.
Fernando Henrique acudió estos días a las
redes sociales para manifestar sus posiciones. Fue enfático, en ese sentido, al
negar el apoyo a Jair Bolsonaro. Este diputado de la extrema derecha llegó a
decir en una oportunidad: “Habría que matar al menos a 30.000 políticos
brasileños. Y el primero de la lista debe ser Fernando Henrique Cardoso”.
Según Folha de Sao Paulo, “los petistas
confían en la buena relación” que siempre hubo entre ambos. El apoyo de esas
personalidades será, tal vez, el paso más importante que podrá dar Haddad si
realmente apunta a ganarle la presidencia a Bolsonaro en el balotaje del 28 de
octubre.
Haddad, en tanto, fustigó a Bolsonaro.
Dijo que su adversario “lleva 28 años en la Cámara de Diputados destilando
odio, todo el tiempo, contra los nordestinos, contra las mujeres” y “contra los
petistas”.
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