
“No
hay camino para la paz, la paz es el camino”, Mahatma Gandhi.
Por
Amín Cruz
Santo Domingo.- Los líderes mundiales de la política y la gobernabilidad deben comprender el papel fundamental de las Naciones Unidas, (ONU) y trabajar en colaboración con esta emblemática organización, que fue fundada en 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, para luchar por la paz y la seguridad internacionales.
La pérdida de liderazgo de la ONU: En
la actualidad, la ONU ha perdido la preponderancia -liderazgo- que le otorgaron
sus fundadores, figuras destacadas de la política internacional de la época,
como el presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt; el líder
de la Unión Soviética, Joseth Stalin; el primer ministro del Reino Unido,
Winston Churchill; y el líder de China, Mao Zedong, entre otros nombres de gran
trascendencia. Estos líderes tenían un fuerte sentido patriótico y un enfoque
objetivo en sus planteamientos. Sin embargo, los líderes actuales parecen estar
más enfocados en el figureo, protagonismo y en intereses comerciales que en la
solución de los problemas globales.
La situación política actual: Como
diplomático de carrera en la ONU, resulta difícil comprender las actuaciones
recientes de figuras como Donald Trump en los Estados Unidos, Emmanuel Macron
en Francia, Volodímir Zelenski en Ucrania, Vladímir Putin en Rusia y Benjamín
Netanyahu en Israel. La situación en Gaza, Palestina y el Medio Oriente también
presenta un escenario preocupante.
La ONU que aglutina los 195 países del mundo y que debería estar liderando estas negociaciones desde su sede, parece estar en un estado de inacción, en el limbo. Esto es inaceptable para una organización creada en 1945 con el objetivo de mantener la paz y la seguridad internacionales después de la devastación de la Segunda Guerra Mundial.

El riesgo de romper el estatus de la
ONU: Las acciones de los presidentes antes mencionados están poniendo en
peligro el estatus y la autoridad de la ONU. Si esta situación continúa, podría
derivar en un rumbo lamentable y, cuando finalmente se intente actuar, podría
ser demasiado tarde. Las violaciones sincronizadas de las partes involucradas
podrían hacer que ninguna de ellas tenga la moral necesaria para llamar al
orden, ni siquiera las Naciones Unidas, que han mantenido una postura
excesivamente conciliadora.
Esto contraviene la Carta de las Naciones
Unidas, que recoge los principios fundamentales de las relaciones
internacionales. La inacción de la ONU ante estas violaciones podría tener
consecuencias graves para la paz y la seguridad mundiales. El nuevo orden
político mundial necesita de una organización como las Naciones Unidas fuerte,
consecuentes con sus principios originarios y al mismo tiempo unida a líderes
comprometidos por el bien común de paz, libertad y justicia.
Llamado a la acción: Como
diplomático, hago un llamado urgente a la ONU y a todos los países de buena
voluntad para que se unan bajo el techo del edificio emblemático de las
Naciones Unidas y desde allí se realicen negociaciones de manera pluralista e
imparcial. Este enfoque es fundamental para evitar futuras consecuencias entre
gobernantes o naciones y para que la ONU recupere su liderazgo universal, tal
como lo establece la Carta de las Naciones Unidas.
Conclusión.-
No basta con tener buenas intenciones. Las reuniones, conversaciones y
acuerdos actuales parecen estar motivados por intereses personales de los
negociadores, dueños del bien y del mal, quienes se presentan como líderes
políticos. Detrás de todo esto se encuentran la guerra, la ambición, la
traición, el poder, la economía, el dominio, la envidia y las divisiones
ideológicas entre derecha, izquierda, centro y ultraderecha. Nada de lo que se
está haciendo parece tener un enfoque logístico de buena voluntad para la paz,
salvar vidas o proporcionar un mejor futuro para la humanidad.
Creo en una frase del escritor,
geopolítico, periodista y científico Dr. Ignacio Ramonet… Es el momento de
actuar con valentía, con un compromiso real hacia la paz y el bienestar global,
y con un firme liderazgo de la ONU que haga honor a sus principios
fundacionales.
“La paz no puede mantenerse por
la fuerza; sólo puede lograrse mediante el entendimiento", Albert
Einstein.
El autor, doctor Amín Cruz, es periodista, diplomático,
catedrático universitario, escritor, líder en docencia, periodismo y
comunicación en el ámbito local, nacional e internacional. Es reconocido
por su trabajo humanista, la promoción de los derechos del periodismo objetivo
y la unificación de los periodistas. presidente,
fundador del Congreso Hispanoamericano de Prensa y del Congreso Mundial de
Prensa, Padre Embajador del Periodismo Hispanoamericano y Latinoamericano,
Diplomático, Historiador, Escritor, Educador.
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