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Trump firma acuerdo bipartidista que pone fin al cierre más largo del Gobierno de EE. UU.; reabre agencias y reanuda salarios federales

El pacto entre republicanos y demócratas modera la tensión política tras 43 días de parálisis administrativa, aunque anticipa una nueva batalla por los subsidios de salud y revela tensiones internas en el Congreso. En la foto, el presidente Donald Trump al rubricar la acordado.

Washington, D.C.- En una noche cargada de simbolismo político, el presidente Donald Trump firmó este miércoles 12 de noviembre de 2025 el paquete de financiación que pone fin oficialmente al cierre más prolongado en la historia del Gobierno de Estados Unidos, reabriendo las agencias federales tras 43 días de parálisis que afectaron a millones de ciudadanos y empleados públicos.

La medida, aprobada por la Cámara de Representantes con 222 votos a favor y 209 en contra, había sido fruto de un acuerdo de último minuto entre republicanos y demócratas moderados del Senado, con el objetivo de restablecer los servicios públicos y estabilizar el funcionamiento institucional del país.

El acuerdo garantiza fondos hasta enero y otorga financiamiento completo a varias agencias clave durante el resto del año fiscal 2026. Entre sus efectos inmediatos, destacan la restitución de los salarios atrasados a los empleados federales, la reanudación de programas sociales y alimentarios esenciales, y la reactivación de contratos paralizados en sectores críticos como la agricultura, la seguridad y la salud pública.

Durante la ceremonia en la Casa Blanca, Trump describió la legislación como “una victoria sobre la extorsión política de los demócratas”, acusando a la oposición de haber “forzado una crisis innecesaria”.

“No querían hacerlo por las buenas. Tuvieron que hacerlo por las malas, y quedaron muy mal parados”, afirmó el mandatario desde el Despacho Oval, acompañado de varios congresistas republicanos.

Un cierre histórico y un Congreso dividido

El cierre gubernamental, que comenzó a mediados de septiembre, había provocado la suspensión temporal de más de 800,000 empleados federales, el cierre parcial de parques nacionales y oficinas públicas, así como retrasos en programas de asistencia y subsidios. La prolongada disputa legislativa generó pérdidas económicas estimadas en más de US$ 6,000 millones, según cálculos de analistas independientes.

El nuevo presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, jugó un papel decisivo en el acuerdo, logrando que casi todos los republicanos respaldaran el texto, pese a las críticas internas por una cláusula controvertida incluida por senadores del propio partido.

Dicha disposición permite a ciertos legisladores demandar retroactivamente al Departamento de Justicia por la obtención de registros telefónicos durante investigaciones previas de la era Biden, algo que fue calificado por demócratas como “autobeneficio legislativo”.

“Me quedé atónito, me enfadé”, admitió Johnson, aunque defendió el paquete general como “necesario para devolver la normalidad al país”.

Tensiones por Obamacare y nuevas batallas políticas

El acuerdo prevé una votación en diciembre sobre la expiración de los subsidios del Obamacare, una concesión clave a los republicanos. Los demócratas, sin embargo, advirtieron que la eliminación de estos subsidios incrementaría las primas médicas y dejaría a millones de estadounidenses sin acceso a seguros de salud asequibles.

“Esta lucha no ha terminado. Apenas estamos comenzando”, advirtió el líder demócrata de la Cámara, Hakeem Jeffries, quien calificó el paquete como “una capitulación ante los intereses conservadores”.

Trump, por su parte, reafirmó su intención de reformar la Ley de Cuidado de Salud Asequible en lugar de extender los subsidios actuales, asegurando que su administración “puede hacerlo mucho mejor”.

Efectos políticos y próximos desafíos

El fin del cierre marca el inicio de una intensa agenda legislativa en el Congreso, que deberá resolver antes de enero otros temas críticos como el proyecto de ley agrícola, los créditos fiscales energéticos y las partidas presupuestarias para defensa y educación.

Además, el liderazgo republicano enfrenta un nuevo frente: la gestión de los archivos relacionados con el caso Jeffrey Epstein.
Una petición impulsada por la representante Adelita Grijalva, respaldada por una mayoría mínima, forzará al Departamento de Justicia a publicar los expedientes completos del magnate fallecido, lo que podría desatar nuevas tensiones entre la Casa Blanca, el Congreso y los medios.

Johnson confirmó que presentará la próxima semana un proyecto de ley para formalizar esa exigencia, mientras los comités de supervisión del Congreso difundieron más de 200,000 páginas de documentos vinculados al caso.

Con la reapertura del Gobierno y la firma del acuerdo, Trump busca proyectar una imagen de liderazgo eficaz y control político, aunque la paz en Washington parece, por ahora, apenas temporal. Las próximas semanas definirán si este pacto es el inicio de una nueva etapa de gobernabilidad o solo una pausa en el conflicto permanente que domina la política estadounidense.

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